El siguiente artículo es otra muestra más de lo que es verdaderamente Desiertos Lejanos; un esfuerzo entre todos contra las mentiras del 11-M. Esta colaboración viene de parte de nuestro forista conocido como «Inquietud», sin duda un gran artículo que merece la pena leer. Destinado a desmontar el Enigma Numero 24 -Llámame- de Luis del Pino.
Muchas gracias, Inquietud.
Actualmente se conoce con precisión de que forma y en que circunstancias se llegó desde la tarjeta SIM insertada en el teléfono móvil del artefacto explosivo desactivado en la madrugada del día 12 de marzo de 2004 en el Parque Azorín de Madrid hasta determinar que 7 teléfonos móviles se registraron en las inmediaciones de una antena de telefonía (BTS) que daba cobertura en Morata de Tajuña.
La tarjeta SIM lleva impreso el número de línea 652.28.29.63 y este número fue comunicado a la operadora de telefonía Amena aproximadamente a las 10:30 del día 12 de marzo de 2004 para avanzar la investigación previamente a la emisión del preceptivo mandamiento judicial (según consta en la declaración en el juicio del 11M del Director de Seguridad de Amena). De esta tarjeta no consta ninguna llamada realizada ni recibida ni por tanto su activación (según la misma declaración anterior, “una tarjeta activada es una tarjeta que ya ha hecho alguna llamada y en consecuencia ha tenido una comunicación y está registrada en la red.”), situación ésta a la que se refieren los operadores como de tarjeta “expedida”. A partir del número de línea se determina qué centralita de Amena (MSC/VLR) mantiene la información de la última localización del teléfono. Esta información incluye el número de línea, el IMEI (número que identifica de forma única al terminal telefónico) y la BTS (antena de telefonía móvil) con la que se estableció el contacto. Dicha información se registra por primera vez (IMSI Attach) al encender el teléfono y teclear el PIN de la tarjeta SIM, y se va actualizando periódicamente o cuando el móvil cambia de área de cobertura. En Amena se guardaron todos los datos de esa BTS y al conocerse que la tarjeta del artefacto formaba parte de un lote de 30 tarjetas se pudo determinar que 6 tarjetas más de ese mismo lote también estaban en situación de expedidas (no activadas) y habían quedado registradas el mismo día y en la misma BTS que la hallada en el artefacto desactivado en el Parque Azorín.
Estos datos de registro tienen la peculiaridad de que se trata de información temporal, que se mantiene únicamente durante 72 horas (en realidad y por la forma en que se gestiona la caducidad de esta información se mantiene entre 72 y 96 horas, como veremos).
A partir de la página 602 del Auto de Procesamiento de 10 de abril de 2006 se reproduce un “Informe pericial emitido por dos expertos en telecomunicaciones (telefonía móvil) fechado el 3 de abril de 2006” donde se explica lo referente a este registro, concretamente en el apartado F (páginas 607 y 608):
F) Informe o explicación del sistema que permitió fijar o registrar el encendido de determinados terminales y tarjetas SIM asociadas en un punto determinado de la red, y en concreto, las circunstancias en que se produjo la intervención de Amena con relación a las tarjetas registradas bajo la cobertura de la BTS de Morata de Tajuña, sin que se produjera su activación, y que pudieron ser empleadas como temporizadores para activar los artefactos explosivos de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004. Siempre que un terminal con su tarjeta asociada está registrado en la red, lo hace a través de una BTS. La red a partir de ese momento tiene registrado en su central de conmutación correspondiente (MSC/VLR), la ubicación de dicho terminal, Celda en la que está acampado. Esta es la forma en la que la red sabe a donde tiene que encaminar una llamada dirigida hacia ese móvil. Si el terminal va realizando movimientos dentro de la red su posición se va actualizando. Si el terminal es apagado o se sale del área de cobertura de la red, la información no desaparece de forma inmediata, sino que en la MSC/VLR queda registrado durante un tiempo la última celda en la que ha estado acampado el móvil. Esta localización una vez que el terminal ha sido apagado puede ser obtenida de la MSC/VLR por personal especializado, obteniéndose la información de la última localización del número con su IMEI asociado. El operador AMENA mantiene en sus centrales de conmutación, esta información durante 72 horas desde que se produce el apagado de los terminales. Cada 24 horas la MSC revisa los usuarios registrados y aquellos que han alcanzado los tres días de inactividad son borrados. Lo hace mediante un «timer» de forma que se va decrementando y cuando llega a cero borra el número. De esta forma se obtiene la última BTS desde la que el número estuvo conectado con la red, encendido y bajo cobertura de Amena. De igual forma se puede obtener una ventana de fecha y hora en la que esto ocurrió, ya que en función de cuando se realiza la consulta y del valor del «timer» para ese número, se sabe el tiempo que le falta para desregistrarse y por lo tanto cuando fue la última vez que estuvo conectado. De los logs del operador Amena revisados se confirma que el último contacto con la red lo tuvo desde la BTS MD30243 (Morata de Tajuña) y que este contacto se produjo entre las 2:24 del 10/03/04 y las 2:24 del 11/03/04. El que las tarjetas no estuvieran activas significa que eran tarjetas que nunca habían realizado ni recibido ninguna llamada. Al tratarse de tarjetas de prepago, para su activación deberían haber realizado una llamada saliente que se hubiese contestado. A la vista del terminal recuperado, todo apunta a que los terminales tuvieron que ser encendidos y conectados a la red, con la introducción del PIN, para poder ser sincronizados y programar la alarma despertador de los mismos que haría funcionar el modo vibración del terminal. Sin realizar el encendido y la conexión de los mismos con el PIN es imposible acceder a esas opciones de menú del terminal. Al encender el Terminal e introducir el PIN para poder acceder al menú se produce el registro automático en la red siempre que el Terminal esté en una zona de cobertura.
Completando los detalles a partir de esta información podemos inferir que el procedimiento exacto seguido en Amena para gestionar el tiempo de inactividad debe ser muy similar al siguiente:
– Cuando la red detecta el encendido del teléfono móvil se genera una entrada en las bases de datos de la central de conmutación correspondiente en la que aparece un dato de “timer” con un valor inicial de 3.
– Cada 24 horas, sobre las 2:24 de la madrugada, se comprueba este “timer”. Si su valor es 0 se borra la información y en caso contrario se decrementa su valor en uno.
A un teléfono encendido el día 10 de marzo por la tarde se le asigna el valor 3 hasta las 2:24 del día 11. A esa hora su valor se cambia a 2 y permanece así hasta las 2:24 del día 12. En ese momento se cambia a 1 y permanece así hasta las 2:24 del día 13. El día 13 a las 2:24 se cambia su valor a 0 (en este momento la información tiene una antigüedad entre 48 y 72 horas según la hora de encendido) y se mantiene con ese valor hasta las 2:24 del día 14. Finalmente el día 14 a las 2:24 se borra la información (con una antigüedad entre 72 y 96 horas).
Como cabría la posibilidad de que, en realidad, se decrementase primero el “timer” y a continuación se borrase si su valor es 0 (con lo cual la información sólo estaría disponible entre 48 y 72 horas), es conveniente aclarar este detalle a través de la declaración en el juicio del 11M del Director de Seguridad de Amena:
Si, pero eso es el día 13, me dicen que hay un grupo de tarjetas que se han vendido exactamente igual que esa tarjeta; o sea, el grupo de tarjetas eran 30. Entonces, tenemos los datos y comprobamos a ver que qué situaciones están: 15 están activadas y 15 constan como expedidas. Entonces comunico, que las que constan como expedidas, tanto unas como otras, necesitamos con urgencia un mandamiento para ver dónde podemos encontrar los datos relacionados con las que constan como expedidas. Tengo en cuenta que la de Morata de Tajuña constaba como expedida aún habiéndose registrado con el PIN en la BTS. En consecuencia, todas las expedidas podían estar en la misma situación. Les comento a las personas que… a los inspectores que me han visitado, les comento que como muy tarde deberíamos tener un mandamiento sobre las 6 ó 7 de la tarde para poder hacer todas esas gestiones, dado que si el atentado terrorista fue el día 11 por la mañana, creíamos objetivamente que no disponíamos de más tiempo que desde las 18 ó 19 horas hasta las 24h. Si no llegaba en ese tiempo, nuestro trabajo iba a ser prácticamente infructuoso y por eso poníamos ese límite. Con la particularidad de que no sabíamos si encontraríamos algún dato teniendo en cuenta que los otros teléfonos podían haber sido manipulados con anterioridad y podían haber pasado las 72h.
El Director de Seguridad de Amena también declaró que la información de los teléfonos encendidos en la BTS de Morata estaba guardada pero podría haberse encendido en otras ubicaciones. Si la información estuviera disponible un máximo de 72 horas, la información de los teléfonos registrados el día 10 ya se habría borrado el día 13 a las 2:24 por lo que el hecho de tener de margen todo el día 13 nos permite deducir que la información esta disponible un mínimo de 72 horas.
En definitiva esta perfectamente demostrado que 7 tarjetas SIM (una de ellas la que se encontró en el artefacto desactivado en el Parque Azorín) se utilizaron para encender otros tantos teléfonos móviles entre las 2:24 del día 10 de marzo de 2004 y las 2:24 del día 11 de marzo de 2004 en el área de cobertura de la BTS de Morata de Tajuña.
Analicemos con esta información en la mano el enigma número 24 de Luis del Pino titulado “Llámame” publicado el 3 de abril de 2006.
Son pocos ya los hechos que nos quedan por desmontar en la versión oficial sobre los atentados del 11-M. Uno de esos pocos datos sobre los que aún no habíamos puesto la lupa del análisis es el relativo a las siete tarjetas telefónicas que supuestamente se activaron en la casa de Morata de Tajuña el día anterior a los atentados y que se utilizaron, al parecer, en la confección de siete de las bombas de los trenes.
No insistiré mucho en el uso tendencioso del lenguaje, pero vale la pena detenerse un momento en ello. El autor del artículo utiliza la expresión “versión oficial” que le permite englobar en un todo tanto los muchos rumores publicados el día 11 de marzo de 2004 como los informes periciales incorporados al sumario 20/04 así como insinuar que se intenta trasmitir desde los estamentos oficiales una narración divergente de la realidad del atentado. Asimismo, insiste en que su labor de «desmontar hechos» está casi completa, amén de que la utilización de la palabra «supuestamente” ya introduce nada sutilmente la duda sobre las pruebas obtenidas de Amena.
Es hora de que volvamos nuestra atención sobre ello. Vamos a ver si ese dato nos confirma, efectivamente, que alguien que residía en Morata participó en los atentados o si se trata, por el contrario, de una más de esa cadena de intoxicaciones en que está basada la versión oficial. Como el lector es inteligente, ya se imaginará cuál es la respuesta más probable. Sin embargo, le garantizo que el análisis le sorprenderá, porque esas siete tarjetas de Morata nos van a llevar a demostrar la falsedad de otro de los datos fundamentales del sumario referido a la mochila de Vallecas.
Luis del Pino, usando el lenguaje intencionado que le caracteriza, equipara una de las pruebas manejadas en la investigación policial y judicial de los atentados a una intoxicación situando además sutilmente en una posición incómoda a los lectores que no están de acuerdo con sus tesis (insinúa que no son inteligentes, un clásico ad hominem). En realidad a estas alturas de su serie de enigmas no resulta sorprendente, puesto que ya ha decidido a priori que dicha investigación no se corresponde con la realidad de los hechos.
Las tarjetas de Morata
¿Cómo llegó la Policía a la conclusión de que en Morata se activaron esas siete famosas tarjetas telefónicas? Acudamos a los primeros informes policiales incluidos en el sumario.
En el primer informe de diligencias policiales, que recoge las actuaciones realizadas entre el 11 y el 18 de marzo, la Policía afirmaba que: La investigación consiguió determinar que 15 de las primeras 30 tarjetas [llegadas al locutorio de Zougham] no se han activado nunca, y de ellas siete habían sido encendidas (marcar número de PIN sin realizar llamada) entre las 16:00 y las 19:00 horas del día 10 de marzo en las proximidades de Morata de Tajuña. Entre ellas estaba la tarjeta 652.28.29.63 [la encontrada en la mochila de Vallecas].
Dicho informe corresponde a las diligencias 1304/04 de la Brigada Provincial de Información de Madrid. La información de la hora de encendido es mucho más precisa que la proporcionada por Amena por lo que no es descabellado suponer que los investigadores manejaron algún otro indicio para determinar esa franja horaria. Indicio que tal vez no era lo suficientemente sólido en comparación con la prueba aportada por Amena o que pudo perder fiabilidad con el progreso de las investigaciones.
¿Cuál era ese indicio? No lo sabemos, pero en la página 567 del Auto de Procesamiento se puede ver el posible razonamiento seguido:
Teniendo en cuenta que la información permanece en los sistemas durante 72 horas, y el Informe pericial emitido el 3 de abril de 2006 (que se recoge íntegramente en otro apartado de este auto) señala:»De los «logs» del operador Amena revisados se confirma que el último contacto con la red lo tuvo desde la BTS MD30243 (Morata de Tajuña) y que este contacto se produjo entre las 2:24 del 10/03/04 y las 2:24 del 11/03/04″), en combinación con el viaje que se estaba realizando la noche del día 9 de marzo de 2004 hacia Madrid, de parte de los miembros de la presunta célula terrorista usuarios de tarjetas telefónicas significativas, permite considerar que las operaciones dirigidas a la preparación de los terminales telefónicos se efectuaron el día 10 de marzo de 2004 (y, presumiblemente, con luz suficiente -natural-, a fin de facilitar la labor y asegurar su objetivo).
En efecto, la determinación más precisa de la hora se habría hecho con base en una especulación basada en la premisa de la luz natural; una conclusión tal vez aventurada, pero nada más grave que eso. No hay nada particularmente extraño en ella, como pretende la suspicacia contumaz de Del Pino, que en el curso del artículo habla de contradicciones cronológicas que ni lo son en sentido estricto ni tienen la menor relevancia. Al menos Del Pino no intenta siquiera argumentar la relevancia de dichas discrepancias menores.
Sigamos con el artículo:
En el segundo informe de diligencias policiales, que abarca las actuaciones comprendidas entre el 17 y el 22 de marzo de 2004, la versión es ya menos explícita:
A partir de esos datos [el teléfono y la tarjeta encontrados en la mochila de Vallecas], se pudo identificar una serie de IMEI y de Tarjetas SIM que habían estado, alternativamente, colocadas en diferentes teléfonos, y que habían tenido diferentes intercambios de comunicación, o contacto. La característica más llamativa de dicho estudio estuvo en averiguar que algunas de ellas habían estado, juntas, en un periodo de tiempo determinado y el día antes de los atentados, en un mismo sitio que pudo ser centrado entre los términos municipales de Morata de Tajuña y Chinchón.
Por tanto, la Policía había determinado en una fase muy temprana de las investigaciones que siete tarjetas se habían activado en Morata el día anterior a los atentados, siete tarjetas que se supone que fueron utilizadas con sus correspondientes terminales telefónicos en otras tantas bolsas-bomba de los trenes.
Este informe que cita Del Pino habla de tarjetas SIM que “habían tenido diferentes intercambios de comunicación, o contacto” y que «habían estado en diferentes teléfonos», lo que no se corresponde con las siete tarjetas sin activar (que nunca realizaron ni recibieron ninguna llamada ni estuvieron en diversos teléfonos) por lo que el informe parece referirse a otras de las muchas tarjetas investigadas. Por ejemplo, en la página 623 del Auto de Procesamiento aparece lo siguiente:
El día 9 de marzo de 2004, tienen actividad mutua los teléfonos 652284025 asignada a Jamal AHMIDAN, bajo la cobertura de la calle Farmacia, zona Chueca de Madrid, con el número de tarjeta 653029577, de Rachid OULAD AKCHA, quien atendiendo a las coberturas de su teléfono a las 21.23 horas es detectado por el repetidor de Campillo de Arenas, Jaén.
Finalmente, ambas tarjetas son detectadas por la estación base de Morata de Tajuña, deduciéndose que Rachid OULAD AKCHA y Jamal AHMIDAN a las 00.31 del día 10.3.04 están juntos en la finca.
Señalemos también que este párrafo «menos explícito» no es una nueva versión de los hechos. Es simplemente una descripción que no entra en detalle. No se puede, a partir de ello, deducir ninguna contradicción.
Volvamos al artículo:
¿Cómo había llegado la Policía a la conclusión de que esas tarjetas habían sido activadas en Morata el 10 de marzo? Se supone que preguntando a las compañías telefónicas, pero ¿qué datos son, exactamente, los que Amena le dio a la Policía?
La respuesta a esta pregunta está contenida en un detallado informe en el que la UCIE le indica al juez Del Olmo el estado de las investigaciones a fecha de 29 de marzo de 2004. Ese informe se encuentra en el tomo 17 del sumario e incluye un Anexo III titulado «Informe conexiones telefónicas», donde la Policía explica más en detalle las averiguaciones:
5) INVESTIGACIONES EFECTUADAS SOBRE LOS TERMINALES Y LAS TARJETAS CITADAS EN LOS ANTERIORES APARTADOS.5.1) Tomando como dato objetivo que el auténtico IMEI del terminal recuperado en la bolsa [de Vallecas] fuese el 350822350941947, se ha averiguado que fue encendido con la tarjeta 652 282 963 en su interior (sin hacer llamada alguna, por tanto sin activarse) bajo la cobertura de la BTS (Estación Base) de Morata deTajuña (con posterioridad al 09-03-04 a las 2 de la mañana, no pudiéndose precisar más ya que el día 12-03-04 fue analizada, teniendo constancia los sistemas de la actividad realizada tan solo en 72 horas)
5.2) El mismo procedimiento que se usó con la tarjeta 652 282 963 y el terminal 350822350941947, en el mismo lugar y periodo temporal, fue asimismo el utilizado con las siguientes tarjetas e IMEI, lo cual nos lleva a pensar que han sido de las utilizadas para la realización de los atentados [enumera a continuación las otras seis tarjetas y terminales de Morata]
El punto 5.1 no concreta con precisión la franja de tiempo en el que se registra el móvil bajo la cobertura de la BTS de Morata. Pero la información que da es justo la que puede darse sin comprobar el valor exacto que tenía el “timer” correspondiente a los días de inactividad del teléfono, sólo conociendo el algoritmo general de borrado que he descrito arriba.
Desafortunadamente para Del Pino, sabemos que se obtuvo una información mucho más detallada el día 12-3-04. En efecto, el Director de Seguridad de Amena declaró en el juicio lo siguiente: “Entonces continuamos localizándolo por otros medios hasta que a las nueve, nueve y pico de la noche… del día 12, ya identificamos que la tarjeta tenía un registro en una BTS de Morata de Tajuña. Y digo registro porque esa tarjeta nunca estuvo activada y nunca había hecho llamadas.”
Por ello como muy pronto el registro del móvil se pudo producir a partir el día 9-3-04 sobre las 2:24 de la madrugada (los registros anteriores a ese momento se habrían borrado el día 12-3-04 a las 2:24). Ahora sabemos que se puede precisar en un margen de 24 horas el momento del registro pero lo sustancial es que siete tarjetas pertenecientes a un lote determinado y que no estaban activadas se utilizaron en otros tantos teléfonos (sin realizar ni recibir llamadas) bajo la cobertura de la BTS de Morata de Tajuña y en una franja de tiempo similar adecuada a la programación de los temporizadores para los artefactos explosivos. Esta precisión se realizó posteriormente:
De los logs del operador Amena revisados se confirma que el último contacto con la red lo tuvo desde la BTS MD30243 (Morata de Tajuña) y que este contacto se produjo entre las 2:24 del 10/03/04 y las 2:24 del 11/03/04.”
Esto consta en el informe de 3 de abril de 2006 incluido en el auto de procesamiento.
En otras palabras: el día 12 de marzo a las 2 de la madrugada, Amena le dice a la Policía que la tarjeta 652282963 [la tarjeta de la mochila de Vallecas] se había encendido junto con otras seis tarjetas telefónicas bajo el repetidor de Morata en algún momento de las 72 horas anteriores, sin llegar a realizar llamada alguna.
Esta frase es totalmente incorrecta ya que la hora de las dos de la madrugada corresponde a la hora del borrado periódico de la información de localización en la central de conmutación de Amena y no a la hora en que se realiza la investigación como afirma Luis del Pino. Del Pino asume sin comprobarlo que el borrado se realiza continuamente (lo que se llama «algoritmo de ventana deslizante»), cuando la realidad es que el borrado se hace una vez al día, método mucho más práctico. Error garrafal, imperdonable en un ingeniero de telecomunicaciones.
Además afirma que Amena informa a esa hora no sólo de la tarjeta hallada en el artefacto sino de las otras seis tarjetas. Es muy importante notar cómo este punto de partida totalmente falso –al parecer Luis del Pino no se molesta en contrastar esta información clave– le permite a continuación obtener todo tipo de consecuencias contradictorias con los hechos conocidos; y es que es bien sabido en lógica cómo a partir de premisas que no son ciertas se puede deducir lo que queramos.
Ese párrafo del informe policial tiene una enorme importancia, porque nos dice dos cosas:
1) En primer lugar, que la consulta sobre la tarjeta de la mochila de Vallecas se realiza a las 2 de la madrugada del día 12 de marzo. Sin embargo, este dato contradice todo lo que sabemos acerca de la aparición de la mochila de Vallecas. ¿Cómo es posible que se efectuara esa consulta a las 2 de la madrugada, si la mochila de Vallecas no fue encontrada oficialmente hasta más o menos esa hora y no es desactivada hasta las cuatro o cinco de la mañana de ese mismo día? ¿Cómo se puede preguntar a las 2 de la madrugada por una tarjeta que no parecería hasta algunas horas después?
2) En segundo lugar, ese informe policial revela que esas tarjetas fueron encendidas en Morata en algún momento de las 72 horas anteriores a las 2 de la madrugada del día 12 de marzo. Es decir, esas tarjetas fueron encendidas en algún momento entre las 2 de la madrugada del 9 de marzo y las 2 de la madrugada del 12 de marzo. Lo cual equivale a decir que resulta perfectamente posible que esas tarjetas fueran encendidas en Morata después de los atentados.
Hay que volver a insistir en que la consulta sobre la tarjeta hallada en el artefacto se produce el día 12 de marzo pero no tiene por qué ser a las dos de la madrugada; puede producirse en cualquier intervalo entre las dos de la madrugada del 12 y las dos de la madrugada del 13. Así pues la supuesta contradicción encontrada se debe a una premisa que no es cierta.
En cuanto al segundo punto, sin apoyarnos más que en el «Informe conexiones telefónicas» incorporado en el informe de la UCIE de 29 de marzo de 2004 si que se podría argumentar sobre la posibilidad de que fueran encendidas en Morata después de los atentados (argumentación que con el resto de la información conocida actualmente queda descartada de raíz); sin embargo, como he dicho arriba, el informe del 3 de abril de 2006 es mucho más preciso, descartando que la tarjeta se haya activado después de las 2:24 AM del día 11.
De todas formas, la afirmación de Luis del Pino es manifiestamente insidiosa puesto que implica que alguien tuvo que conseguir siete tarjetas sin activar pertenecientes a un lote de 30 tarjetas entre las que se incluían otras tarjetas utilizadas por los presuntos terroristas (¿cómo logró tal hazaña?), luego encender siete móviles muy determinados en las proximidades de Morata de Tajuña posteriormente al atentado y finalmente colocar una de esas tarjetas en un artefacto ficticio destinado a ser desactivado por la policía. Todo ello consistente con las especulaciones de Luis del Pino pero totalmente inaceptable en la medida en que Del Pino –¡que raro!– no aporta la más mínima prueba.
La gravedad de los hechos que se derivan de este informe policial es enorme, porque esos hechos contradicen la historia oficial sobre la hora de aparición de la mochila y porque echan por tierra el dato de que siete tarjetas se encendieran cerca de la casa de Morata el día anterior a la masacre.
De gravedad nada. Lo que sucede con los “hechos” de los que habla Luis del Pino es que no tiene prueba alguna de ellos. Y como sabemos, el que afirma tiene que probar. Mientras tanto, sus especulaciones quedan al mismo nivel que las afirmaciones sobre la existencia del monstruo del lago Ness.
Tratemos de pensar en una explicación racional que no invalide la versión oficial sobre la hora de aparición de la mochila. Vamos a suponer, por ejemplo, que se trata de un error del informe policial: las horas de la madrugada siempre causan confusiones a la hora de asignarlas a un día u otro, así que vamos a suponer que la consulta a la compañía telefónica se realizó «por la noche» del día 12 de marzo, es decir, a las 2 de la madrugada del día 13 marzo. Si fuera así, eso querría decir que las siete tarjetas se encendieron en Morata en algún momento entre las 2 de la madrugada del día 10 de marzo y las 2 de la madrugada del día 13 de marzo. Eso seguiría dejando abierta la puerta a la posibilidad de que esas tarjetas hubieran sido activadas en Morata después de los atentados, pero serviría para evitar la contradicción con la hora oficial de aparición de la mochila.
Sin embargo, ese error resulta muy poco probable. La versión oficial nos dice que la mochila de Vallecas se encontró alrededor de las 2 de la madrugada del día 12 y se desactivó un par de horas después. Es decir, en la mañana del día 12 la Policía disponía ya de la tarjeta y el terminal telefónicos de la mochila de Vallecas, así que cualquier consulta a las compañías telefónicas se habría realizado a lo largo de ese día. No habría tenido sentido que esperaran a la madrugada del día siguiente.
Luis del Pino se ha buscado una “explicación racional” pero parece que no lo hace con la intención de explicar nada sino más bien para tratar de cubrir el expediente de explorar otras posibilidades que, por supuesto, le conducen a reafirmar su hipótesis. En realidad, lo que hace es cometer la falacia del falso dilema: sólo hay dos explicaciones, la mía y la que desinteresadamente he planteado como «explicación racional» de la versión oficial. Y como esta última es falsa, sólo queda la posibilidad de que la mía sea verdadera. Falso. Hay otras alternativas.
Entre ellas la que se antoja la verdadera explicación racional, que estaba, como he dicho, en una información mucho más precisa de la compañía Amena que Del Pino decide ignorar y que demuestra que los teléfonos se activaron antes de las 2:24 del día 11.
Por otra parte Luis del Pino no puede menos que saber perfectamente –y de esto no dice nada– que, de hecho, se libraron órdenes judiciales a las operadoras de telefonía desde el mismo día 12 de marzo de 2004. Dichas órdenes constan en el sumario con la fecha y hora de envío de las mismas. En particular, la petición de la orden al juzgado de instrucción No.6 se envía por fax el día 12 a las 14:25, según consta en el sumario, tomo 1, página 127 del archivo PDF; y el fax a Amena desde el juzgado se envía a las 16:48 del día 12, según consta en el mismo sumario, tomo 1, página 132.
Continuemos.
Pero, además, el propio informe de la UCIE, como vamos a ver, proporciona otra información que viene a corroborar que en realidad no hay ningún error y que lo que sucede es que no es cierto que la mochila de Vallecas fuera encontrada a eso de las 2 de la madrugada del día 12 de marzo.
¿Dónde se encontró la mochila?
En el sumario hay varios testimonios e informes en los que se indica que la mochila de Vallecas pasó por IFEMA antes de terminar recalando en la comisaría de Puente de Vallecas (donde luego sería encontrada, según la versión oficial).
Así, en el primer informe de diligencias policiales, de 17 de marzo, se afirma que:
A través del análisis que se realizó de la bolsa sin explotar encontrada entre los efectos llevados al recinto ferial, posteriormente trasladada a la Comisaría de Vallecas, y de ahí a los Servicios TEDAX, se averiguó que contenía un teléfono móvil.Es decir, se afirma que la mochila de Vallecas pasó por IFEMA. Pero, si esa mochila fue descubierta en la comisaría, ¿cómo podía la Policía estar tan segura de que había pasado por IFEMA? Como ya saben los lectores de «Los enigmas», sólo la primera tanda de bultos de la estación de El Pozo pasó por IFEMA; todas las demás tandas de bultos del tren de El Pozo fueron directamente desde la estación hasta la comisaría. Entonces, ¿por qué no podía esa mochila haber ido directamente a comisaría desde El Pozo? ¿Qué dato tenía la Policía para afirmar que esa mochila estaba en la primera tanda de bultos, que sí que había pasado por IFEMA?
En el Auto de Procesamiento, a partir de la página 57 se recogen las declaraciones del Inspector-Jefe del C.N.P. que se responsabilizo del traslado de los efectos en la Estación de El Pozo. A continuación, en páginas 61 y 62 se recogen las declaraciones realizadas el 1 de julio de 2004 por dos de los policías que intervinieron en el traslado de los efectos. Finalmente a partir de la página 62 se recogen las declaraciones realizadas el 15 de marzo de 2006 por el resto de policías que intervinieron en el traslado de los efectos.
Pese a la dificultad de establecer una secuencia de hechos exacta a partir de todas estas declaraciones se comprueba que la totalidad de las diecisiete bolsas que se inventariaron en la comisaría de Puente de Vallecas pasaron por IFEMA. Aun suponiendo que el traslado de los efectos ocurriera en más de un viaje, en el primero de ellos debieron ir la mayoría de bolsas y ninguno de los policías ha declarado que llevara efectos directamente de la Estación de El Pozo a la Comisaría de Puente de Vallecas. De todas formas, entre tantas idas y venidas no se puede descartar completamente la posibilidad de que alguna bolsa con efectos hubiera se hubiera llevado a la Comisaría de Puente de Vallecas sin haberla descargado en el IFEMA pero no dejaría de ser un detalle insustancial y, por supuesto, no demostrado.
El informe de diligencias simplemente da una información descriptiva que se ajusta a la secuencia fundamental de los hechos (es decir que salvo alguna posible excepción se llevaron los efectos de la Estación a IFEMA, que permanecieron allí un tiempo y finalmente se trasladaron a la Comisaría de Puente de Vallecas donde se realizo el inventario); de ninguna manera se corresponde esto con lo que afirma taxativamente Del Pino.
Esta misma afirmación vuelve a realizarse en el segundo informe de diligencias policiales, de fecha 22 de marzo:
… en total se produjeron DIEZ EXPLOSIONES, a las que había que unir otras dos que fueron provocadas por Equipos TEDAX en bolsas, no explosionadas, que fueron encontradas, y una que fue localizada entre los efectos recuperados en los lugares de los hechos, y trasladados a los recintos de IFEMA y que, desde allí, fue remitida a la Comisaría de Policía de Vallecas. Esta bolsa fue intervenida por equipos TEDAX que procedieron a su estudio y análisis. De nuevo, la pregunta es la misma: ¿cómo sabía la Policía que la mochila pasó por IFEMA?
El misterio lo desvela el informe de la UCIE de fecha 29 de marzo al que hacíamos referencia en el apartado anterior. En ese informe, la Policía le comunica al juez Del Olmo, textualmente, lo siguiente:
2) APARICIÓN DE UNA BOLSA SIN EXPLOTAR. Entre los efectos recuperados de la Estación del Pozo y trasladados seguidamente al Pabellón 6 de IFEMA, fue localizada una bolsa de deportes de loneta, en cuyo interior se hallaba:
– Un detonador eléctrico del número 5, con dos mordazas y cápsula de cobre, fabricado por Unión Española de Explosivos,
– Un cargador de red a energía eléctrica, para teléfono móvil.
– Un teléfono móvil, marca TRIUM, unido a explosivo compuesto por diez kilos y ciento veinte gramos de sustancia, identificada como Goma-2/ Dinamita, con el logotipo ECO,
– 640 gramos de diversos elementos de tornillería y clavos que actuarían, en su caso, como metralla.La bolsa fue posteriormente remitida a una Comisaría de Policía y el artefacto, que estaba programado para explosionar a las 07:40 horas del día once de marzo, fue neutralizada por los artificieros del TEDAX.
Es decir, aquella mochila de Vallecas fue encontrada, en realidad, en IFEMA. Es allí donde se detecta aquella bolsa-bomba, mucho antes de la hora oficial en que nos dicen que se encontró. Y es sólo después de detectar esa bomba que se decide trasladarla a la comisaría de Puente de Vallecas.
Luis del Pino establece a través de una interpretación sesgada de las palabras del informe la secuencia de hechos que a él le interesa, identificando cronología con sintaxis. Deduce que puesto que se inserta el dato de que se localizó la bolsa de deportes entre los efectos recuperados en la Estación del Pozo y se describe su contenido sintácticamente entre el traslado a IFEMA y el traslado a la Comisaría de Puente de Vallecas, es que fue en el IFEMA donde fue encontrada. No sólo no tiene ninguna lógica y es totalmente insostenible, en ausencia de evidencia, que una vez localizada una bolsa con un artefacto explosivo se remita a una Comisaría de Policía para neutralizarla, sino que no se puede deducir del párrafo citado que la bolsa haya aparecido en IFEMA, algo que ese párrafo no afirma y que es contrario a la declaración de una decena de policías. En este párrafo no hay una secuencia temporal. Esto se pone de manifiesto ante una contradicción que Del Pino no ve: si la secuencia sintáctica es estrictamente temporal, ¿cómo se explica el hecho de que se detalle antes la descripción del contenido de la bolsa de deportes que la información de su neutralización?
Es por eso que sí que pudo realizarse la consulta a la compañía telefónica a las 2 de la madrugada de aquel 12 de marzo: porque la Policía podía perfectamente disponer ya de la tarjeta telefónica contenida en esa bolsa que, en realidad, había sido detectada algunas horas antes de lo que nos dijeron.
Hasta aquí, todos los datos están extraídos de los informes policiales contenidos en el sumario judicial. Pero además contamos con testimonios de personas que estuvieron en IFEMA aquella tarde del 11 de marzo y que cuentan cómo se produjo una alarma de bomba en algún momento entre las 19:30 y las 21:00, alarma que motivó la presencia de un equipo de desactivación de explosivos con perros que (según dicen) no encontraron nada. Esa labor de rastreo de explosivos con perros en IFEMA no está reflejada en el sumario. ¿Se ha molestado alguien en informar de ese episodio al juez instructor?
El episodio no es baladí, porque ¿cómo pudo producirse esa alarma de bomba, si no es porque alguien abriera algún bulto y viera algo raro en su interior? ¿Quién llamó a ese equipo de desactivación de explosivos y qué fue lo que motivó la llamada? ¿Quiénes acudieron a IFEMA a realizar esa inspección?
¿Fue antes o después de que los bultos de El Pozo salieran hacia la comisaría de Puente de Vallecas, lo cual se produjo en torno a las 21:00?
Luis del Pino convierte un rumor acerca de una bomba en un hecho incontestable. La única constancia de esa amenaza de bomba es la declaración de la Directora del Instituto Anatómico Forense de Madrid en la Comisión de Investigación del 11M. En la página 31 del documento enlazado puede leerse: “Pero igual que en un momento determinado alguien me dijo que teníamos por allí puesta una mochila con una bomba y que había perros rastreando y yo dije: Ni caso, nosotros a lo nuestro. No me pregunten ni quién me lo dijo, ni en qué momento.”
Independientemente de la base real que pueda tener ese comentario de alguien indeterminado, la única explicación que le encuentra es que alguien se dedico a abrir las bolsas y vio algo raro en su interior. No sé si el autor del artículo tendrá alguna prueba de la “presencia de un equipo de desactivación de explosivos con perros” pero tampoco tendría nada de extraño puesto que podrían estar asegurándose de
que no se había trasladado ningún artefacto o bien alguien con muy pocos escrúpulos podría haber realizado un falso aviso de bomba. También podría ser que un bulto abandonado en algún rincón se hubiera confundido con una posible bomba… sin abrir dicho bulto. ¿Cuántas falsas alarmas de bomba hay en los aeropuertos por una situación similar? ¿Y no entra dentro de una posible explicación lógica que por la tarde, después de un atentado tan brutal, la gente sea excesivamente suspicaz y vea bombas donde no las hay? ¿No les pasó a ustedes, cuando viajaban en tren en los primeros días después del 11-M, que miraban a todos lados intentando descubrir objetos sospechosos? ¿Cómo es posible que Del Pino no halle otra explicación que la de que alguien abrió un bulto y vio una bomba? ¿De verdad nos está diciendo que no existen las falsas alarmas?
Ítem más: si alguien ya había localizado la bomba observando el interior de un bulto, ¿qué hacían ahí los perros, cuyo cometido es precisamente localizar bombas? ¿Se llama a los perros para que localicen una bomba ya localizada? Pues no. A quienes se llama en esos casos es a un equipo de TEDAX, no a los guías caninos. Dos grupos distintos que, por cierto, Del Pino parece confundir al hablar de equipos de desactivación con perros. Por lo demás, por la vista oral han desfilado incontables miembros del Tedax. Ni uno solo de ellos ha declarado haber sido enviado a IFEMA por una alarma de bomba. Tampoco sus superiores tienen noticia de ese hecho.
Es absurdo, a partir de simples rumores y de hechos no probados que además tienen explicaciones alternativas mucho más racionales, saltar a las conclusiones a las que salta Luis del Pino.
Conclusiones
Los propios informes policiales nos permiten afirmar dos cosas. En primer lugar, que no existe constancia alguna de que las famosas siete tarjetas de Morata fueran activadas antes de los atentados. En segundo lugar, que la mochila de Vallecas no sólo no estuvo nunca en los trenes, sino que tampoco fue encontrada en Vallecas, ni tampoco fue encontrada a la hora que nos dijeron, sino varias horas antes.
Como hemos visto, estas conclusiones son insostenibles. Luis del Pino obvia las reglas del razonamiento para dar alas a una portentosa teoría de manipulación de pruebas. En lugar de seguir la senda de la lógica que dictaría que un registro en la red de un teléfono móvil hallado en un artefacto explosivo procedente de uno de los trenes es improbabilísimo que sea posterior al atentado, Del Pino razona que puesto que cabría la posibilidad de que se registrara posteriormente esto implica que el propio artefacto es una prueba falsa. Sin una sola prueba, entre todas las explicaciones Del Pino no sólo elige la más inverosímil, ¡sino que descarta sin explicación las otras alternativas! ¿Desde cuándo, a partir de la afirmación «Juan llegó a casa entre las cuatro y las seis» se puede deducir sin lugar a dudas que Juan llegó a casa después de las cinco? Pues no otra cosa hace Del Pino. Y esto sin hablar de cómo ha ignorado la información más precisa que no conviene a su tesis.
La conclusión de Luis del Pino ya era interesada y falsa en su momento, al haber omitido datos fundamentales, y mucho más hoy en día que está demostrado que los móviles se registraron en la red antes de los atentados y que está plenamente acreditado judicialmente que el artefacto desactivado en el Parque Azorín estuvo en los trenes y fue encontrado durante la madrugada del día 12 de marzo de 2004 en la Comisaría de Puente de Vallecas.
Aquella mochila fue, muy probablemente, depositada en los recintos feriales de IFEMA, localizada varias horas antes de la hora oficial de aparición y trasladada a comisaría sólo después de saberse que contenía una bomba.
¿Por qué ese retraso en la comunicación de que había aparecido una bolsa-bomba en IFEMA? ¿Quién podía tener interés en retrasar ese hallazgo unas horas? ¿A quién se le comunicó la existencia de esa bomba, y a quién se le ocultó que esa bomba había aparecido? ¿Quién estuvo a cargo de la custodia de esa bolsa entre su hora de aparición «real» y la hora de aparición «oficial»? ¿Tuvo alguien oportunidad de manipular su contenido? Pero, sobre todo, la pregunta fundamental es: ¿quién depositó esa bomba en IFEMA?
No habiendo ninguna prueba que dé la más mínima verosimilitud –y sí muchas que se la quitan– a la afirmación de Luis del Pino, las preguntas que formula carecen de todo sentido. Es como preguntarse por el color de los ojos de los marcianos. Primero hay que establecer que los marcianos existen.
Pero es que además el asunto no tiene sentido desde un punto de vista cronológico. Aún suponiendo que la mochila hubiera sido hallada en IFEMA a media tarde, ¿qué es lo que se habría alterado? Lo más probable es que nada en absoluto. Los objetos llegaron a IFEMA sobre las 16:30-16:45 (testimonio de, entre otros, el agente con carné 87.141, Auto de Procesamiento, pag. 62) y fueron recogidos entre las 20:30 y las 21:30 horas. Al mismo tiempo, entre el hallazgo y la desactivación de la bomba de Vallecas transcurrieron unas tres horas. Es decir que si se hubiese encontrado la bomba en seguida, sobre las 17:00 (dando un lapso para descargar los efectos), es razonable pensar que no podría haberse desactivado hasta las 20:00. Hasta esa hora no se sabría nada sobre la bomba. Desde luego, no se sabría antes de esa hora el tipo de explosivo, ni se habría hecho la menor indagación sobre el detonador o la tarjeta SIM. Y no habría ningún dato objetivo que extraer hasta que se realizaran pruebas de laboratorio e indagaciones. Hacia las 20:20, Acebes estaba realizando su segunda comparecencia; es muy improbable que en ese momento hubiera habido información relevante que le hubiera hecho cambiar sus palabras. ¿Qué podría haber cambiado además de ello? Cuesta mucho trabajo imaginarlo. Típicamente, Del Pino no nos cuenta cuál es la relevancia de ese supuesto ocultamiento de unas pocas horas. Y seguramente no lo dice porque ni a él se le ha ocurrido qué relevancia puede tener.
A estas alturas, pocas dudas caben ya acerca del inmenso ejercicio de manipulación que se puso en marcha aquel 11 de marzo. Aunque aún nos queda mucho por averiguar. Y necesitamos el testimonio de las personas que vivieran los hechos aquella jornada. Si estuviste en IFEMA, si viste algo raro, si tuviste conocimiento de algún dato relacionado con esa mochila de Vallecas, llámame.
¿Inmenso ejercicio de manipulación? Acabamos de ver que Del Pino no nos ha dicho la relevancia del mismo. Entonces, ¿cómo concluye que es inmenso? Muy fácil: actúa como el prestidigitador que escamotea un paso del razonamiento, confiando en que sus lectores no se den cuenta.
En todo caso, hace meses de este enigma. Que sepamos, nadie ha llamado a Del Pino; al menos éste no lo ha hecho público. Y es que en el momento de escribir este texto, con el juicio de los atentados del 11M celebrándose con total normalidad y basándose en ese sumario que para Del Pino no tiene valor (Gómez Bermúdez ha dicho hace poco: «si no está en el sumario, no existe»), pocas dudas caben acerca de quién está manipulando realmente. La investigación de los atentados del 11M ha sido de una complejidad enorme agravada por el hecho de que varios de los presuntos terroristas se suicidaron y ninguno de los procesados actualmente se haya autoinculpado –sin olvidar que ya ha habido una sentencia firme relacionada con los hechos– por lo que siempre quedarán muchos detalles por averiguar. Cosa muy distinta es verter multitud de insidias y sospechas sin fundamento sobre la policía y las instituciones basándose únicamente en exprimir la imaginación sobre las inevitables imperfecciones que tiene toda investigación. ¡Que los árboles no nos impidan ver el bosque!
A mí me recuerda un viejo chiste:
– !Llamamé!
– Yo también.
Ufff…! Felicidades por el artículo Inquietud, impresionante.
Me parece recordar que alguien intentó meter en el ajo incluso a los directivos de Amena (que se sumarían a los tres mil y pico perjuros anteriores).
Hay algo que no me quedó claro:
El detonador con el número «5» ¿tiene algo que ver con un 5 escrito a mano sobre papel, que un testigo declaró haber visto en la bolsa? (perdón pero hablo de memoria…)
Excelente artículo. felicidades.
Bffff Vaya tocho! No se, me he quedado como estaba, la verdad es que no se en contra de «que mentiras» estás…
Falta añadir el artículo de Luis del Pino de hace pocos días en el que dice que el móvil hallado en la mochila también es una falsa prueba porque se estableció la hora en que tenía puesta la alarma y para verlo tuvieron que quitar la batería. Según el en este proceso de pocos segundos se borrarian los datos de dicha alarma. Y eso cuando el mismo ya dijo anteriormente que eso ocurría tras «varios minutos». Luis del Pino se desdice a si mismo siempre que se ajuste a sus teorías.
Por cierto, errata al canto. Habeis puesto un «jace meses» al final del post.
Impreionante. No, eso ya lo han dicho. Qué peazo de artículo.
Pichon, léaselo nuevamente, hombre; si yo lo he entendido, usted, que es mas listo, no va a ser menos…
Nuevamente, no. Que se lo lea por vez primera, aunque me temo que dará lo mismo. Las apuestas están hechas y «rien ne va plus!»
Jopé, yo con lo de los móviles es que me pierdo, impresionante. Me lo voy a tener que empollar a base de bien.
Ya eres famoso tú también 😀
Un abrazo.
Pichon:
Personalmente estoy en contra de todas las mentiras vengan de donde vengan. Quien busca la realidad de las cosas se alegra al encontrar respuestas y explicaciones aunque no sean de su agrado. Este artículo es fruto de que algunos pequeños detalles se aclararon y he pensado que merecia la pena contarlo.
Tuppence:
No es tan difícil. Las cuestiones técnicas echan a mucha gente para atras pero bien explicadas se pueden hacer asequibles para los que tengan interés. ¡Qué levanten la mano los que sabían lo que era el DNT o un espectrógrafo de masas antes de que entraran en las conversaciones del desayuno!
Lo cierto es que el tema de la telefonía móvil es un aspecto de gran importancia en la investigación del 11M y al fin y al cabo no son más que huellas dejadas por los implicados. No tiene por que ser peor que la búsqueda de huellas dactilares o restos de ADN.
P.D.: Podéis criticar sin piedad, es más, me interesa mucho saber los fallos y errores del texto.
Recuerdo que cuando leí este artículo de LdP me enfadé mucho, y eso que no sabía ninguno de los datos que ahora muestras. Me enfadó ver cómo la posibilidad de que los móviles se hubieran activado después de los atentados se convertía en prueba de que así había sido. Y me enfadó más la lectura tan burdamente manipuladora del sumario. Incluso aunque yo no había leído el sumario y LdP sólo citaba lo que le convenía, su interpretación me pareció ridícula.
Es lo que tienen los artículos de LdP. Las referencias externas que añade le contradicen, excepto si se aplica una dosis enorme de fe. Supongo que por eso apenas añade referencias. Ver este artículo en un sitio público me ha servido de desahogo. Pero, sobre todo, me ha dado mucha información que no sabía, y eso es lo que busco aquí.
Muchísimas gracias, Inquietud.
Pues también es verdad. Posiblemente no ha llegado más allá de la segunda línea (siendo la primera el título)
Enhorabuena, inquietud. todos te queremos.
Soy uno de los exiliados del for, que no hay manera de entrar desde el curro, leñe.
Escribo aquí porque no puedo entrar al foro desde el curro..
¡Esto es una vergüenza!
Están declarando el poli-peón de las fotos de parque azorín , la madre de Zougam,. Rodolfo Tuiz etc y no hay manera de decir nada.
Rodolfo Ruiz quise decir, el comisario del caso Bono
En torno a la declaración de Dolores M.S. tenemos la siguiente secuencia:
1) En Bazar Top se activó un pack de Movistar formado por un terminal Trium T-110 y una tarjeta SIM en noviembre de 2003.
2) En Bazar Top separaron la tarjeta SIM de Movistar y el terminal de ese pack.
3) En Bazar Top vendieron la tarjeta SIM con un terminal DIFERENTE al del pack de Movistar el 5/1/2004 a una señora.
4) El Trium T-110 del pack de Movistar se libera el día 4/3/2004 por la mañana.
5) En Bazar Top vendieron el 4/3/2004 el Trium T-110 del pack de Movistar liberado (junto a otros terminales liberarados) a unas personas no identificadas.
6) El día 10/3/2004 queda un registro del Trium T-110 del pack de Movistar liberado encendido con una tarjeta de AMENA.
7) El día 12/3/2004 se encuentra en un artefacto explosivo proviniente del tren de El Pozo que sufrió el atentado del 11M el Trium T-110 del pack de Movistar liberado (con una pegatina correspondiente a un terminal diferente) con una tarjeta de AMENA.
8) El día 12/3/2004 Telefónica informa a la policía del número de línea correspondiente a la tarjeta SIM original del pack en el que se incluiá el Trium T-110.
9) El día 13/3/2004 la policía interroga a la persona que compro la tarjeta SIM y les indica que la compró en Bazar Top.
10) YA sabemos uno de los últimos sitios en los que estuvo el móvil que apareció en el artefacto.
11) La policía interroga a los dueños y finalmente ordena varios registros y su detención. ¿alguién ve algo realmente extraño en esto?
Pues leído aquí no se nota nada extraño, pero vete al lado oscuro y verás. 😀
Excepcional artículo. Demuestra lo que todos sabemos. Que Luis Pepino miente cada vez que abre la boca o escribe una palabra.
[Editado por Desiertos Lejanos.
lalo, busque otro foro para hablar de política.]
que poco ambiente se ve por aqui
Con lo interesante que fue la pasada semana Herando Vs Jambrina, el fotografo de la mochila de Vallecas que le dicen que no hay fotos, el de alqueda que ha dejado a todo el mundo sorprendido, y sobre todo el día 9 comienzan los peritos.
Es que… habiendo sido demolida la VO 983847984759 veces que otra cosa espera, jose.
me faltó un 😀
[Editado por Desiertos Lejanos.
Insisto, para hablar de las próximas elecciones y de quién se va a presentar hay foros de política nacional. ]
Perfecto inquietud… yo le pondría una guinda, ya que al final LdP no miente en una cosilla:
A estas alturas, pocas dudas caben ya acerca del inmenso ejercicio de manipulación que se puso en marcha aquel 11 de marzo… empezando por él mismo.
José:
La falta de ambiente está relacionada con la absoluta incapacidad conspiracionista para refutar los contundentes argumentos de Inquietud. Don’t blame the messenger. Entiendo que lo único que le queda es un desesperado cambio de tercio, pero no cuela… 😀
A enemigo que huye puente de plata… Hay que redireccionarlos a los programas de Iker Jiménez… 🙂
¿Soy el unico que no puede entrar al foro?
Parece ser que ya somos dos, por lo menos…
Es habitual que haya problemas para acceder al foro. Los que tenemos ONO, sobre todo, lo tenemos crudo si dejamos que la conexión busque las direcciones de servidor DNS automáticamente.
Por si os sirve de algo, cambiad las susodichas direcciones en Propiedades de conexión y poned que se usen éstas:
80.58.0.33
80.58.32.97
Yo las cambié hace un mes y las he dejado ahí desde entonces, y no he vuelto a tener problema alguno. Espero que os sirva 🙂
Parece que ya han detectado el problema, pero lo que dice Hermanita funciona. Una disculpa….
[Lo siento, Liberalista. No se permiten insultos, y ni siquiera a usted le concedo la excepción. Y por favor, no traiga pleitos de otros sitios aquí. Estoy seguro que en el otro sitio hay margen más que suficiente para decir lo que sea necesario. Y si algunos no lo frecuentamos desde hace unas semanas se debe, además de a una ausencia vacacional, a que el ambiente es irrespirable. Probablemente volvamos después de las elecciones.]
Obsesivo compulsivo.
No entiendo. ¿Pide disculpas a Escéptico por insultar a Escéptico o pide disculpas a Escéptico por insultar a Cero07? ¿A quién insulta?
¡¡Qué poca claridad en su exposición!!
[Editado por insultos. Aclaración a Lejíaneutra: Escéptico es L.F. Areán en el foro al que se refiere Liberalista. No confundir con nuestro experto en química.]
Se lo aclaro. Cero07 aparece de vez en cuando por un foro donde soy habitual a deicarme el epiteto de Follamuertas cuando ya le he explicado muchas vecez que despues de follerme a su madre, esta aún estaba viva.
Me disculpo con esceptico por tener que venir aqui a hacer esto, pero creo que es de buena educación devolver tan cordiales visitas. Y como Cero07 lleva este sitio como firma en el foro en el que participo, al final me he decidido y se la he devuelto.
es una simple cortesía.
La intelectualidad anda desbandada…
Pero, disculpe, sigo sin entender. ¿Por qué se disculpa con Escéptico? ¿Qué tiene él que ver en sus desencuentros con Cero07? Escéptico no es propietario de esta bitácora, que yo sepa.
Y por otro lado, ¿por qué llama «su casa» a un foro donde Ud. reconoce ser tan sólo un habitual? En cualquier caso, Ud. allí es sólo un invitado, como lo es aquí. No es «su casa», como ésta no es «mi casa».
Es por tratar de darle un enfoque riguroso y científico a la cuestión que plantea… Y por no hacer sudokus.
¡Ah, ahora lo entiendo! En TodoPolítica.com
Y yo sin enterarme… Escéptico y Areán, ¿es ésto cierto? ¿Escéptico es Moraleda?
Bueno, bueno, bueno…
Inenarrable lo de Liber. 😯
[Repito: los insultos, en casa]
Ehm…. ¿tendremos que aguantar esto mucho tiempo más, administradores?
A ver, para que nos aclaremos un poco. Liberalista (Liber off) es un viejo conocido y alguien a quien tengo respeto intelectual e incluso aprecio, aunque últimamente nuestra relación se haya resentido por un intercambio de descalificaciones mutuas (y tengo que reconocer mi parte de culpa en ello, que no es pequeña). El escenario de nuestras justas e injustas ha sido el foro de Todo Política, en el que yo siempre he escrito como «Escéptico», sin tener nada que ver con el Escéptico que nos honra con su presencia y conocimientos en este sitio. Evidentemente Liberalista desconoce la existencia de ese otro Escéptico, y cuando menciona ese mote se refiere a mí.
En todo caso, yo le pediría encarecidamente a Liberalista que respetara las normas de este sitio, que son las mismas para él que para todo otro visitante. Por cierto que, en términos de insultos y descalificaciones, son también las mismas que hubo durante mucho tiempo en Todo Política, y que desgraciadamente han cambiado de facto, convirtiendo a aquel sitio, otrora un oasis de civilidad, en un émulo de Terra Actualidad Nacional.
Liberalista, sea bienvenido, pero para hablar de los temas que nos ocupan, sobre los que sé muy bien que tiene usted una opinión que sabe expresar con la inteligencia que caracteriza al 99% de sus intervenciones.
Nota para conspiracionistas: ¿Cuál es la probabilidad de que dos personas que no se conocen pero coinciden en buena parte de sus planteamientos tengan el mismo mote? Queremo de sabé.
Sin problemas. Por cierto, se te hecha de menos en el otro lado.
Ya volveré, Liber, pero cada vez me apetece menos defender posturas políticas concretas. Me fastidia un poco que se me haya etiquetado en TP como vocero del gobierno, cuando hay cada vez más cosas con las que discrepo y que me preocupan, y siempre me he definido como alguien que desconfía del Poder por definición. En todo caso, me siento más cómodo defendiendo una filosofía política genérica que a individuos, actuaciones y partidos. Creo que no volveré antes de las elecciones: el ambiente está demasiado envenenado y yo me estaba amargando demasiado.
Un abrazo.
EDITADO: Este mensaje ha sido citado fuera de contexto por un grupo de Peones Negros. No sé muy bien si debido a mala fe o a simple incompetencia, aunque según el principio de Hanlon me inclino por lo segundo. De todas formas, ya que lo han enlazado desde el blog de Del Pino, enlazo yo a mi vez mi respuesta.
Coincido. He tenido una de esas meteduras de pata de las que hacen época y aunque ya esta solucionado con la afectada se puede imaginar la que se ha montado y como lo han aprovechado algunos. En culquier caso, el lunes me voy a Euskadi a colaborar en la campaña alli y no volveré hasta el día 30. Asi que tampoco apareceré en una temporada.
Nos leeremos entonces. Un abrazo.
Se ha abierto un nuevo blog por parte del grupo Truth Madrid sobre los atentados de la CIA del 11-S, los que aún tengan el cerebro lavado por la propaganda oficial o tengan alguna duda sobre quién está detrás de estos hechos pueden visitarlo: http://investigar11s.blogspot.com
Jeje, Gutierrez, pues gracias por el enlace. Es interesante ver cómo en EEUU también tienen a su LdP (en este caso en forma de Ancien professeur de logique et de théologie).
Ahora en serio : este mensaje es mejor que se lo pongas a los peones negros. Te lo agradecerán infinitamente; a ellos les encantan todas estas cosas 😉
No, no tiene nada que ver con los Peones Negros. Está ya totalmente demostrado que el 11-S es un trabajo interno y Al Qaeda una creación de la CIA. No voy a entrar en debates interminables con indocumentados, hay decenas de libros y documentales que explican la verdad, podéis acudir a ellos. Todos los días, desde antiguos altos funcionarios del gobierno de Bush a pilotos de la fuerza aérea o ex-miembros de los servicios de inteligencia, pasando por científicos, admiten que el 11-S es un trabajo interno. En el enlace de mi nick podéis seguir la evolución del tema en Estados Unidos. Ninguno de los mayores expertos actuales en geopolítica internacional, como Chossudovsky, niega la evidencia del trabajo interno. Más bien alertan sobre la posibilidad de nuevos 11-S, quizá mucho mayores, que permitan al complejo militar-industrial y financiero establecer la dictadura totalitaria mundial que buscan, con implantes de chips incluidos.
47
CAMARADA GUTIERREZ Says:
Mayo 13th, 2007 at 15:40
«(…) con implantes de chips incluidos.»
Joder, ¿dónde he oído yo esto antes…?
«YO DENTRO DE MI CELEBRO TENGO UN MICROCHÍS»…
Guitierrez, mira, así a bote pronto encuentro un error y una incongruencia en el blog al que nos remites:
-incongruencia: según tu teoría tendría que haber unos cuantos funcionarios de Bush dispuestos a morir sólo para que él se haga con el poder absoluto. Y…nadie muere para que otro se beneficie (sobre todo de forma anónima; buenos son los americanos para eso)
-error: las listas a las que remite el blog y que se supone que son la prueba de que no había árabes en los aviones son de…VICTIMAS.
No esperarás que en las listas de las víctimas incluyan a los asesinos ¿verdad?
Pues eso.
Por cierto, pido disculpas a los moderadores, no quiero abrir un debate sobre el 11-S aquí. Podeis borrar el mensaje si quereis.
47 CAMARADA GUTIERREZ.
Éramos pocos…