Toda teoría conspirativa comienza con un principio básico: el crédulo, al que llamaremos conspiracionista, se convence previamente de una verdad dogmática, que invariablemente coincide con deseos, temores y prejuicios propios, que suelen ser profundos e intensos. Es decir, el conspiracionista confunde la realidad con sus deseos. Formulemos entonces el Primer Principio de la Conspiracionismo:
1.Convencimiento previo de una verdad dogmática
Cómo llega a este convencimiento previo sería materia de una interesante tesis sobre psicología, aunque por supuesto cada teoría conspirativa tendrá motivaciones distintas. Carl Sagan, por ejemplo, apuntaba sagazmente –si se me permite el calambur– que los extraterrestres habían venido a sustituir en la imaginación popular a los íncubos en los que ya nadie, en el siglo XX, podía creer racionalmente: ambos expresarían los mismos miedos arquetípicos, la misma capacidad fabuladora, cubriendo la misma necesidad psicológica.
Alguno objetará, con razón, que con el Primer Principio me estoy olvidando de otro tipo de conspiracionista: no el crédulo sino el cínico, el que miente a sabiendas, el que pergeña toda una teoría delirante sabiendo perfectamente que es falsa. Concedamos que existe este individuo, pero reconozcamos también que es poco interesante y menos frecuente de lo que parecería: muchos charlatanes están convencidos en algún grado de que sus supercherías son verdaderas. Y además, es mucho más apasionante el estudio del autoengaño que el de la mentira.
El hecho es que, una vez convencido, el conspiracionista utiliza todos los recursos posibles para autoconvencerse aún más de que tiene razón. Cierra las puertas al espíritu crítico, hace oídos sordos a las evidencias contrarias, por abrumadoras que sean, cancela el sentido común y se dedica a frecuentar sólo las fuentes «confiables», que son por supuesto las que apoyan la teoría conspirativa. En particular, su valoración de los indicios será altamente selectiva, dando una importancia extraordinaria, sobrevaluada, a aquéllos que parecen apoyar su teoría, por más tenues que éstos sean (y necesariamente son tenues, ya que si no lo fuesen la teoría conspirativa dejaría de serlo y se convertiría en una teoría seria y respetable), al tiempo que se devalúan o de plano se ignoran los que impugnan o refutan la teoría. Enunciemos el Segundo Principio de la Conspiracionismo:
2. Valoración diferencial de indicios según su adecuación a la idea preconcebida
No puedo enfatizar suficientemente este punto. La valoración diferencial de indicios es el núcleo de toda teoría conspirativa que se respete. Por ejemplo, digamos que estamos empeñados en demostrar que la bomba no detonada del 11-M, la famosa «mochila de Vallecas», es en realidad un señuelo. Es importante entonces buscar cualquier nimia diferencia entre dicha mochila y lo que se sabe sobre las bombas que sí estallaron, y darle la máxima importancia a dicha diferencia, mientras que se silencian las similitudes y las opiniones de los expertos que reiteradamente han dicho que están convencidos de que las bombas eran iguales. Esto se hace además invariablemente con un lenguaje emotivo, cargado de parcialidad. Pero ya llegaremos al tema del lenguaje más adelante. Quedémonos ahora con esa idea de la valoración diferencial.
En el caso de la mochila de Vallecas, será necesario enfatizar que los cables eran de distinto color que la de otra bomba examinada en la estación de El Pozo que finalmente fue detonada, que se utilizó un recipiente distinto en ambos dispositivos, que el calibre de los clavos usados como metralla era distinto, que las muestras de los explosivos presentan alguna sustancia distinta… todos ellos detalles que, de ser ciertos, en ningún momento parecen significativos y que, sobre todo, admiten multitud de explicaciones racionales y nada conspirativas, pero que los conspiracionistas consideran evidencia poderosísima de la diferencia esencial entre ambos dispositivos. Poco importa que los Tedax –los expertos artificieros de la Policía– hayan informado pericialmente al juez de instrucción que consideran todos los dispositivos iguales. Poco importa que existan esas explicaciones alternativas. Cuando uno está convencido de que la mochila es un señuelo, estos pequeños datos sobrevaluados más allá de toda racionalidad son suficientes, y se llega de hecho a la conclusión contraria a la que dictaría el sentido común: si la mochila es un señuelo y el jefe de Tedax lo niega, ¡entonces es seguro que el jefe de Tedax mienta! No importa el currículum profesional del Sr. Sánchez Manzano, que tal es el nombre del infortunado funcionario calumniado cada vez con mayor audacia. No importa que el hombre se haya jugado la vida infinidad de veces desactivando bombas. La única conclusión posible es, invariablemente, la menos lógica, y en este caso particular, la más infame.
En cambio la evidencia de verdad, la que valoran los investigadores profesionales, y que invariablemente refuta la teoría conspirativa, es descartada, devaluada o ignorada. Así, en el caso de la famosa mochila se privilegia el supuesto hallazgo de metenamina en la furgoneta de Alcalá de Henares versus la ausencia de metenamina en la mochila de Vallecas, construyendo toda una teoría sobre explosivos distintos en uno y otro caso, pero se omite por completo que el resto de compuestos encontrados no sólo son idénticos, sino que demostrablemente tienen el mismo origen. Tal uso selectivo de datos es tan escandoloso que cuesta trabajo aceptar que exista gente que no descubra el doble rasero; y sin embargo, haberlos haylos, y son muchos.
Hemos visto que como parte de esta estrategia retórica, es necesario tomar el más mínimo dato y convertirlo en evidencia de que lo que sostenemos es verdad. Esta promoción de dato a evidencia, cuando no a prueba irrefutable, es imprescindible porque las teorías conspirativas invariablemente se cimentan en humo. Como ya he dicho arriba, si no fuese así, dejarían de ser teorías conspirativas y se volverían serias y respetables.
Continuemos. Una vez clasificados los datos en confiables (los que apoyan la tesis) y descartables (los que la refutan), el siguiente paso es la argumentación. Ésta hace uso de toda la panoplia de trampas retóricas y falacias lógicas que el ser humano ha acumulado desde tiempos de los sofistas, pero hay dos en particular que me interesa destacar.
El recurso retórico fundamental del conspiracionista es la apelación a la incredulidad. Tiene que convencernos de que la versión «oficial» es falsa. Y como no tiene datos que permitan concluir claramente tal extremo, su única oportunidad es exponer las tesis de dicha versión de la forma más ridícula posible, haciendo nuevamente uso de dosis abrumadoras del lenguaje emotivo y parcial. Típicamente este argumento será planteado mayéuticamente, haciendo preguntas dirigidas cuya conclusión parece inescapable.
Un ejemplo típico: «¿Resulta verosímil que el terrorista se baje del tren abandonando una mochila a la vista, entre dos asientos enfrentados?» Fijémonos en el lenguaje intencionado, parcial, que fuerza la única respuesta aparentemente posible: evidentemente, no. Nótese que es importante descartar cualquier otra posibilidad: ésa es la esencia de la apelación a la incredulidad, el mismo argumento, por cierto, que usan los creacionistas –¿para qué sirve medio ojo?–, los ufólogos –¿qué otra cosa puede ser esta foto sino un platillo volante?– y todos los conspiracionistas. Pero a poco que pensemos, nos damos cuenta de que la conclusión alternativa es, cuando menos, perfectamente posible, perfectamente verosímil. Nuevamente, existen muchas explicaciones por completo racionales que el conspiracionista pretende que descartemos de un plumazo, porque en el momento en que no las descartemos su teoría, que él pretende presentar como la única posible, se convierte en una explicación más, una explicación que comparada con otras más racionales aparece tal como es: totalmente delirante. Enunciemos el Tercer Principio de la Conspiracionismo:
3. Apelación a la incredulidad respecto a la teoría «oficial» para forzar la única conclusión supuestamente posible.
La apelación a la incredulidad suele ir casi siempre acompañada de otra falacia lógica muy común: el falso dilema, que omite artificialmente, sin ningún argumento, varias de las posibles explicaciones de un hecho, a fin de eliminar todas las que no interesan al expositor. Hecho esto, se argumenta contra las alternativas sobrevivientes (típicamente sólo una) para irlas descartando una a una demostrando su falsedad, forzando así una conclusión que parece inescapable sobre la verdad de la última alternativa sobreviviente, pero que en realidad sólo lo es por la omisión a priori de otras alternativas más razonables. Un ejemplo típico: «No sé qué me preocupa más: si que no hubiera metralla en los trenes o que la hubiera y se lo hayan ocultado al juez.» Hombre, otra posibilidad, por supuesto, es que sí la hubiera y que tal extremo no se haya ocultado al juez… pero claro, esa posibilidad es poco interesante para un conspiracionista.
Otro ejemplo: «O el gobierno de EEUU no oculta nada en Roswell o lo que oculta es un OVNI; como he demostrado que sí oculta algo, lo que oculta es un OVNI.»
Lo más sorprendente de la apelación a la incredulidad es lo altamente selectiva que es. A Luis Del Pino, por ejemplo, autor de la frase que consigno sobre el terrorista que hace algo supuestamente inverosímil, esta conducta le parece totalmente inverosímil… pero le parece verosímil que el jefe de Tedax mienta y sea parte de una conspiración infiltrada en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para llevar al PSOE al poder, contando con decenas o cientos de policías, guardias civiles y agentes del CNI que en vez de obeceder a sus mandos obedecen al PSOE; le parece verosímil que la mochila de Vallecas haya sido plantada como señuelo para dirigir la investigación hacia unas «cabezas de turco», y que esto es sólo un paso en una larga secuencia de eventos perfectamente planeados para así engañar al ministro del Interior y hacerle aparecer en público como mentiroso, ministro cuya conducta minuto a minuto responde exactamente a la predicción que de la misma habían hecho los conspiradores, que manejan a su antojo las reacciones de todos los miembros del gobierno, como si fueran marionetas; le parece verosímil que dichos conspiradores hayan predicho con absoluta precisión cuántos de los votos necesarios para que el PSOE superara al PP podrían obtenerse mediante este engaño; le parece verosímil que un partido democrático, el que ha ganado mayor número de elecciones y mayorías absolutas en España, arriesgue todo para conquistar el poder una sola vez, sabiendo que tendrá que volver a someterse al veredicto de las urnas tan sólo cuatro años después. En una palabra, le parece verosímil una conspiración tan compleja, absurda en sus motivaciones e increíblemente riesgosa, que nunca en la Historia se ha intentado algo que se le asemeje aunque sea un poco. Lo cual nos lleva al Cuarto Principio de la Conspiracionismo:
4. Omisión de extracción de ciertas conclusiones lógicas (o más bien, ilógicas) de la teoría conspirativa, a fin de no tener que reconocer su inverosimilitud.
A estas alturas, es importante que aclaremos por qué entrecomillamos «oficial». Y es que el conspiracionista tiene que dar una razón de por qué la verdad la conoce sólo él y un selecto grupo de insobornables iniciados, por qué esa verdad no ha sido admitida públicamente por todos. Y esa razón, por supuesto, es que existe una conspiración de silencio para acallar la verdad. ¿Se explicaría de otra forma que todos menos los conspiracionistas, en el caso del 11-M, policías, guardias civiles, el juez de instrucción, los Tedax, el CNI, el gobierno, la mayoría de los medios nacionales y la totalidad de los internacionales, y millones de ciudadanos mantengamos que la verdad «oficial» es, simplemente, la verdad sin adjetivos? Ya sea por maldad o por estupidez, todos estas personas forman parte de una red cómplice de encubrimiento que conspira para que la Verdad no salga a la luz. Esta explicación tiene la enorme virtud de investir al conspiracionista de un manto de heroicidad épica: él, con los otros iniciados que sí quieren conocer la Verdad –a diferencia de nosotros– tienen la misión casi sagrada de difundir la Verdad ante todos los obstáculos que nosotros, malvados o estúpidos, pongamos en su camino. No es extraño que la luz del fanatismo brille en los ojos conspiracionistas. No sólo están convencidos de tener razón, sino que tienen una Misión, una yihad. Enunciemos entonces el Quinto Principio de la Conspiracionismo:
5. Postulado de una conspiración de silencio para acallar la Verdad
Nótese que, nuevamente, tal característica es compartida por ufólogos –el gobierno de EE.UU. sabe que existen OVNIS pero lo oculta para no causar pánico en la población– y por creacionistas (el darwinismo es una teoría pergeñada por ateos para corromper moralmente a la sociedad, y no les a esos ateos interesa que se sepa la verdad).
Cuando señalo a los conspiracionistas del 11-M que me parece sorprendente que ningún medio internacional, absolutamente ninguno, ni siquiera los de su cuerda ideológica, se han hecho ecos de las «sensacionales revelaciones» de El Mundo y Libertad Digital, y que sería bastante poco probable que absolutamente todos esos medios internacionales fueran parte de la conspiración, se me responde que desde que gobierna Zapatero España ha dejado de importar en el mundo, ¡y que el silencio es culpa de esa indiferencia! ¡Como si ningún periodista extranjero se interesara en el mayor escándalo político de la historia de Europa Occidental, que hubo un golpe de Estado disfrazado el 14-M!
Lo cual, por supuesto, nos lleva al Sexto Principio de la Conspiracionismo:
6. Utilización de explicaciones ad hoc para explicar lo inexplicable.
Aquí llegamos a otro de los elementos más interesantes de una teoría conspiranoica: la necesidad de inventar explicaciones para cada hecho individual que no casa con la teoría. Así, cada vez que uno pone una objeción a la teoría conspirativa, los conspiracionistas tienen una explicación que no tiene nada que ver con el resto de la teoría, como se ve claramente en el caso de los periodistas extranjeros. Tales explicaciones ad hoc se van multiplicando: se nos explica que lo que todos vimos en la televisión como el suicidio de Leganés realmente no fue un suicidio, porque admitir el suicidio lleva casi necesariamente a que los que se suicidaron no eran cabezas de turco, sino terroristas. Así que hay que explicar el hecho como un asesinato encubierto, por supuesto sin tener el más mínimo indicio. Y así ad nauseam.
El problema, claro, es evidente para cualquiera con algo de formación científica: al acumular explicaciones ad hoc, se está violando el principio de la navaja de Occam, o principio de parsimonia, que nos pide precisamente que no multipliquemos las explicaciones, o, en otra formulación, que ante dos teorías que explican el mismo conjunto de hechos, hay que preferir siempre la teoría más sencilla. Ni qué decir tiene que todas las teorías conspirativas, al multiplicar las explicaciones y ser invariablemente mucho más complejas y prolijas que las alternativas, violan el principio de la navaja de Occam. Contrastemos este comportamiento de las complejísimas teorías conspirativas, que requieren ríos de tinta para explicarse, con las teorías científicas más exitosas, que pueden expresarse en muy pocas palabras, y sin casi ningún otro argumento podremos determinar dónde es más probable que se encuentre la verdad: la realidad es menos compleja de lo que los conspiranocis creen que es. O dicho de otra forma, si la explicación es demasiado complicada, casi seguramente está mal.
Sigamos. Otra falacia lógica que merece ser elevada a la categoría de principio es la conversión de hipótesis en hechos probados. Ésta es una falacia sutil e interesante. Se comienza postulando un condicional, por ejemplo: «si el PSOE sabía previamente del ataque y no sólo no dijo nada sino que lo aprovechó para ganar las elecciones, entonces el PSOE dio un golpe de Estado virtual el 14-M.» Hombre, se podría aceptar que este condicional es válido, pero el problema es que el antecedente del condicional no sólo no se ha probado, no sólo no se ha provisto siquiera un átomo de evidencia o el más tenue de los indicios, sino que es extremadamente improbable. Sin embargo, el conspiracionista ya ha logrado deslizar la insinuación que quería hacer. ¿Quién puede culparle de empezar a razonar sobre lo que pasaría si el PSOE hubiese sabido con antelación que se produciría un ataque? Ya sabemos que está especulando, pero dejemos que lo haga, no ha afirmado que saa cierto, sólo está suponiéndolo por un momento para ver a dónde le lleva el razonamiento. Claro, el problema es que tres páginas después al conspiracionista se le ha «olvidado» que su hipótesis no era más que eso, una hipótesis sin pruebas, y comienza a utilizarla como una hecho probado, posiblemente confiando en que el lector haya olvidado a su vez que la hipótesis nunca fue probada. Veamos un claro ejemplo en un artículo de Del Pino.
Primero Del Pino insinúa, sin probarla, una posible causa de que ciertos detenidos hayan tenido un trato «exquisito»:
La dueña de la casa (que contaba con una buena abogada, Yamila Pardo) ni siquiera llegó a estar detenida en ningún momento. En cuanto a los dos intermediarios sirios, fueron detenidos el 29 de marzo de 2004 y liberados tres días después. En su declaración ante la Policía, realizada en perfecto castellano, Mohamed (el hermano del terrorista Abu Nidal) saca hábilmente a colación a Jadicha Candela, cuñada de Joaquín Almunia –ex secretario general del PSOE– y madre de Yamila Pardo.
Pocos párrafos después, la posibilidad de que la influencia de Almunia haya modificado el trato a los prisioneros se convierte en certeza:
«si eso es la democracia, ¿cómo llamamos a ese otro régimen en el que, si la Policía llama a tu puerta a las seis de la tarde,, tienes cinco o diez minutos para quemar los papeles comprometedores, aunque seas un presunto terrorista… siempre que conozcas a las personas adecuadas?»
Huelga decir que entre una y otra frases no existe ninguna otro argumento que permita transformar la posibilidad en certeza.
Una falacia lógica que se asemeja mucho en estructura e intención a ésta es la de la pregunta compleja. Se formula una pregunta de forma tal que al contestarla nos veamos obligados a aceptar una premisa que nunca se ha probado pero que queda asumida en la propia pregunta. Veamos algunos ejemplos, ambos de Del Pino, para quien esta falacia es un recurso favorito:
¿Por qué se dio la orden de abrir el candado, librando a ese comando del mortal abrazo policial?
¿Quién protegía en el País Vasco las actividades de El Chino?
En el primer caso tenemos como premisa no probada pero asumida el hecho de que alguien haya dado esa orden «de abrir el candado». En el segundo, el hecho de que alguien protegía a El Chino. Por supuesto, Del Pino no da el menor átomo de evidencia de que ninguna de estas premisas tenga base.
Hay un tercer tipo de falacia que podríamos agrupar con las dos anteriores. Consiste en asumir una premisa implícita, nunca formulada, como cierta. Por ejemplo, cuando Del Pino afirma la presencia de metenamina como prueba indudable de que existían explosivos de origen militar, hay varias premisas implícitas, por ejemplo que la metenamina no puede fabricarse artesanalmente y que la presencia de metenamina conlleva necesariamente la de RDX, el explosivo que se fabrica a partir de ella.
Tenemos también la petitio principii o argumento circular, en el que se supone lo que se quiere demostrar, y para terminar esta sección, hagamos notar que muchas veces los conspiracionistas ni siquiera se molestan en estructurar sus falacias de las formas anteriormente expuestas. Les basta ir acumulando insinuaciones nunca demostradas para dar la impresión de que la simple acumulación de preguntas e insinuaciones es tan formidable que algo de razón debe tener la teoría. Veamos un ejemplo:
«el comando de Virgen del Coro se libra del cerco policial exactamente el mismo día en que ETA declara su tregua parcial en Cataluña»
¿Esto quiere decir algo? Del Pino no nos lo dice, y yo no puedo imaginar que trascendencia puede llegar a tener esta coincidencia. Pero claro, aunque sea agua de borrajas, ya queda como insinuación, como enigma a resolver, acumulándose a los cientos de supuestos misterios anteriores y posteriores. Un foro de Internet famosamente formuló 192 preguntas (casualmente una por cada víctima mortal, hecho que revela en sí mismo la artificiosidad de las preguntas) que seguían el patrón mencionado: acumulación de insinuaciones sin probar, con muchas de las preguntas suponiendo una respuesta definida a preguntas anteriores, y por tanto cayendo en la falacia de promoción de hipótesis a hecho probado. Pedro J. Ramírez compiló una lista similar y similarmente falaz.
Respecto a este punto es interesante señalar que muchas veces esas insinuaciones se contradicen entre sí. ¿Hace eso que el conspiracionista, al avanzar una nueva insinuación o hipótesis, retracte las anteriores que son incompatibles con la nueva? Huelga decir que no. La coherencia no es una de las virtudes de los conspiracionistas, como podrá constatar quien lea el artículo original de Múgica, que logra la rara proeza de contradecirse a sí mismo dentro del propio cuerpo del artículo.
Así tenemos el Séptimo Principio de la Conspiracionismo:
7. Conversión de hipótesis y premisas implícitas en hechos probados y acumulación de insinuaciones.
Tranquilos, que ya falta poco. He hablado ya varias veces de cómo todas estas falacias suelen ser acompañadas retóricamente de un lenguaje emotivo, cargado de parcialidad, lleno de juicios de intenciones y descripción de sentimientos que es imposible que el autor conozca, que ya nos sugiere no tan sutilmente que si no aceptamos sus conclusiones somos más tontos que Pichote, ya nos intenta transmitir la indignación que el autor dice sentir por el evidente encubrimiento de la verdad, ya intenta dirigirnos a una conclusión a través de la ridiculización de las alternativas (argumentum ad ridiculum):
«¿es posible creer que cuatro moritos pringaos hayan podido realizar este atentado?»
«¿por qué la providencial y sospechosa mochila fue llevada al IFEMA»?
Otros ejemplos del invaluable señor Del Pino:
«El atentado del pasado 7-J en Londres ha vuelto a plantear ante la opinión pública, para consternación del gobierno«
¿Prueba Del Pino en algún sitio que hubo consternación del gobierno? ¿Quieren ustedes adivinar?
«Pero Houdini era un vulgar aficionado comparado con los supuestos terroristas del 11-M.»
«el jefe de la trama mercenaria del 11-M»
«nadie se había dignado a explicar a los españoles»
«Si hay silencios clamorosos, el del Gobierno de Zapatero está rozando ya el estruendo»
«¿Verdad que es enternecedor? La Policía va a registrar el domicilio de una persona detenida por su presunta implicación en los atentados del 11-M…¡Admirable y civilizado comportamiento policial!»
Estos ejemplos están tomados prácticamente al azar, lo cual da una idea de cómo están plagados los artículos de Del Pino (y los de Múgica, lo que sucede es que los de Del Pino los tengo más a mano)de este tipo de lenguaje intencionado, por no hablar de la evidente falta deontológica que representa el mezclar opinión con información, como queda claro en varias de las citas anteriores.
Octavo Principio de la Conspiracionismo:
8. Utilización de lenguaje emotivo, cargado de parcialidad, dirigido y lleno de juicios de intenciones.
Finalmente, los conspiracionistas recurren a todo tipo de falacias para argumentar sus puntos. Yo me he encontrado con:
a) Non sequitur o saltos lógicos a conclusiones inatingentes: Un terrorista fue encontrado bajo un colchón en Leganés, luego es muy posible que los terroristas no se suicidaran.
b) Argumentum ad verecundiam o apelación a la autoridad:»El Mundo» es un diario prestigioso que destapó lo de los GAL, no creo que se equivoque en esta ocasión.
c) Argumentum ad hominem, el ataque a la circunstancia personal del ponente y no a las ideas que expone: «usted es suciolisto, por eso dice lo que dice»; «lo que usted dice es la línea oficial de Rubalcaba»; «los suyos son peores que los míos», etc, etc, etc. por no hablar de los arteros ataques personales contra personas como el Sr. Sánchez Manzano, a quien Del Pino acusa de mentiroso con todas sus letras.
d) Todas las que ya han sido mencionadas en puntos anteriores: falso dilema, petitio principii, pregunta compleja…
Sería demasiado prolijo plantear todas las falacias que me he encontrado, y probablemente excesivo a estas alturas, en la medida en que tendría que seguir dando ejemplos. Basten entonces todas las anteriores, que son muchas, para convencernos de que podemos formular el Noveno Principio de la Conspiracionismo:
9. Utilización de todo tipo de falacias lógicas para apoyar las tesis conspirativas.
Llegado a este punto, sólo me queda reflexionar un poco sobre la psicología que subyace a la teoría conspiranoica del 11-M. Como hemos dicho, el paso esencial es el primero, formular una verdad dogmática.
¿Qué impele a tanta gente a creerse esa verdad? Tenemos un grupo de personas completamente convencidas de que los resultados electorales del 14-M son una injusticia. No entraré a valorar ahora cuánto se equivocan. Conformémonos con el hecho de que existe la sensación de agravio. Ahora, digamos que alguien llega con una idea: «no sólo perdimos injustamente, sino que fuimos objeto de una conspiración para derribar el gobierno» Fijémonos que este «alguien» no tiene aún elementos medianamente objetivos para argumentar lo que dice, pero lo hace de todos modos.
La idea de que hay una conspiración es un bálsamo instantáneo para el espíritu: evita la autocrítica (nosotros no hicimos nada mal), le da sentido a algo horrible que no parece tener sentido (la masacre del 11-M), y, sobre todo, CONFIRMA LOS PREJUICIOS. Resultado: miles de personas convencidas. Qué fácil es confundir los deseos con la realidad. Qué fácil comulgar con ruedas de molino cuando esas ruedas tienen buen sabor para nosotros.
Asunto zanjado para Pepe significa asunto zanjado con Tuppence, pero que para nada se ha quedado convencido y que la próxima vez que saque el tema de la dinamita será, por ejemplo, con Mangeclous, por decir algún nombre. Conmigo no, que conmigo ya no se «ajunta».
Que no se diga que no te añoro, Pepe.
Tupy, si yo te ofrezco «es imposible que no fuera dinamita» y tu lo cambias a «indica claramente» pues es lo que hay. Y ya que insistes te diré que lo que has conseguido en mi caso es que me reafirme en que es una sentencia indiciaria. Perdón, claramente indiciaria. Ya sé que mi opinión no cambia ni un ápice la verdad, que es la que sea. ni siquiera a la sentencia, que es la que és, pero es que es conmigo con quién dialogas.
Venga, vamos a jugar a ese juego que me proponías, que ya te dije que estoy dispuesto.
Vale, qué puntilloso eres cuando no se trata de lo tuyo. La aparición de componentes de dinamitas en las capas finas y en las marchas analíticas quieren decir que hay dinamita. ¿Mejor así?
¿quieres jugar para comprobar que el análisis está bien hecho? Muy bien.
Venga, primero un experimento experimental culinario.
Coges un mortero (si es de ágata mejor, pero si no tienes vale uno de cocina). Metes en el mortero un poquito de perejil y un chorrito de acetona. Si no tienes perejil vale cualquier yerba verde de las que tengas por casa. Lo majas bien.
En un mortero número 2 (etiquétalo que luego sino te confundes) pones una pizca de nitroglicerina y acetona y vuelves a majar bien. (O mejor que lo haga otro)
Y en un mortero número 3 pones una pizca de nitroglicerina, un poquito de perejil y acetona y repites el proceso (a lo mejor tienes que emplear a un nuevo pinche).
Coges un filtro de café, lo abres y recortas un cuadradito. Con un lápiz que tiene que ser del número dos haces una línea paralela al borde a un centímetro del mismo. Pones una gotita de lo que tienes en cada mortero sobre la línea (un poquito separadas) y lo metes en un bote de vidrio de un potito (por ejemplo) con un chorrito de tolueno (que no llegue a la línea que has pintado). Lo dejas un ratito y luego vuelves.
¿Cuántas manchas verdes hay en cada columna?
Cuando contestes a esto te sigo dando la receta y luego más.
Wow, desaparezco un rato y ya estais experimentando… ¡¡Eso se avisa!!
Esimado Peppe, sin ánimos de invalidar el experimento por distorsión espacio-temporal entre la muestra y el experimentador, yo introduciría la majada en seco de la nitroglicerina previa a añadir acetona, no delegando esta labor en un subalterno. La química es como un buen vino: hay que degustarla uno mismo, sin delegaciones.
Jajaja. Se echaba de menos tanta maldad. 😆
De nuevo, habla una víctima. Alguien que perdió a su hijo Juan Pablo un 11 de marzo, alguien que no se resigna a que CON LEGALISMOS y canalladas varias, se oculte NADA.
….Y NO ES LUIS DEL PINO
Un saludo.
Eduardo: el problema no es que no se hayan despejado las dudas. El problema es que no se acepten las respuestas. Son las que hay, no hay otras -bueno, si hay otras, pero son un disparate fabricado para vender libros, periódicos, etc., no conducen a ningún sitio y llevan tiempo viniéndose abajo-.
Saludos.
Robotín, no trates de confundirnos, debieras haber dicho «De nuevo habla la misma víctima»
Es que va a parecer que hay más de una con ese discurso, y no parece que sea el caso, porque es la única que habla en esos términos.
Yo personalmente odio cuando una víctima utiliza su dolor para lanzar mensajes políticos o para decir tonterías, no sólo no está más legitimada por ello sino que muchas personas se sienten con todo el derecho a retirarle su solidaridad. Y si es triste que una víctima pierda la solidaridad de los demás, más triste es que sea por su propia culpa.
Por cierto, habría que recordarle al Sr. Morís y a ti también, Robotín tontín, que se sigue investigando y que Del Olmo sigue intentándolo. ¿O llamarías también vacaciones al viaje de Del Olmo a Marruecos en Diciembre pasado, donde no solo encontró la escasa colaboración de las autoridades locales sino una vez más la incomprensión de ese ser asqueroso disfrazado de periodista que es Pedro Jota?
http://www.elmundo.es/papel/2007/12/19/opinion/2289906.html
Es increíble como alguien con educación técnico-científica, que ha participado directamente en la pericial sobre explosivos, que supuestamente tiene que saber de qué va el tema, tanto de primera mano como por sus propios estudios, sigue emperrado en la misma cosa. El Sr. Morris contribuyó como nadie a demostrar empíricamente que no se puede determinar la marca de una dinamita detonada y todavía no se ha dado cuenta y es incapaz de razonarlo. Sinceramente es tristísimo.
Mira, Eduardo, yo tengo una amiga que estuvo en Atocha en el momento de la explosión. Por fortuna, sobrevivió. Y si le contara las estúpidas teorías de Luis del Pino que tú alegremente enarbolas, no te digo a dónde te iba a mandar, a ti, a Luis del Pino, a Losantos y Pedro J.
Osea, que déjate de gilipolleces de hablar en nombre de las víctimas y madura y asume la realidad, por mucho que te disguste.
Tupy, creí que era cosa de lógica. El médico me tiene prohibido andar con juegos de química en la cocina de casa. Además no he encontrado perejil en la tienda. Díme tu misma cuantas manchas tienen que salir, que lo sabes perfectamente y yo te voy a creer y seguimos, si es que vale la pena. Espero que el experimento se ponga más interesante más adelante.
Pepe, creí que tenías más imaginación y más recursos como para pensar que no te iba a proponer un problema de imposible resolución por falta de medios. Por supuesto que es cosa de lógica, pero para que sea divertido el razonamiento lógico lo tienes que hacer tú, no yo, que ya me lo sé. ¿Necesitas una pista?
Jo, ni perejil… Pepe, cuando decías que tus recursos como investigador de la Verdad son bastante limitados no podía imaginar que eran TAN limitados.
Y además, ¿no eres tú el mismo que decías en #221 que lo importante del camino es andarlo uno mismo, como nos enseñó Machado, y no que se lo den ya andado? ¿Por qué ahora no quieres jugar con Tuppence y hacer el experimento por ti mismo? No colaboras nada, Pepe.
Tupy, me hace sentir gilipollas, luego te voy a poner yo preguntas de tauromáquia a ver si las sabes. Si es cuestión de lógica ya sabes el chiste, si no tienes una pecera en casa es que eres maricón. Pero bueno, me tiraré sin flotador a la piscina, a ver que pasa.
En principio habrá dos manchas verdes porque hay dos perejiles, pero como no se como reaccionan la nitroglicerina, el perejil y la acetona, pues oye, a lo mejor son dos o tres, o ninguna.
Si la pista es que la nitroglicerina explota cuando la sacudes (creo), pues entonces yo que sé, porque a lo mejor el perejil o la acetona estabilizan o neutralizan la nitroglicerina y no explota. Ya te he dicho que de química y explosivos ni idea, pero es que además no veo que gano con aprender las propiedades de la nitroglicerina.
Porque repasando los mensajes veo que el juego lo propusiste para demostrar que el anáisis de la Tedaxa estvo bien hecho, y yo eso no lo he discutido nunca. Es decir, no dudo que se detectaran componentes de dinamita.
En fin, Pepillo, como siempre te llenas la boca diciendo que tus hipótesis o como se llamen son mucho más verosímiles que la Sentencia, me he propuesto demostrarle a la Humanidad entera (que como bien sabes lee esta bitácora) que de verosímiles nada, que es que no hay por donde cogerlas. Y así he decidido empezar a plantearte una serie de preguntas sobre cualquier aspecto del 11-M que ponga en entredicho tus teorías, con la esperanza de que nos lo puedas hacer encajar, aunque con la certeza de que ni siquiera vas a responderlas, primero porque he sido incluido injustamente en tu lista de ignorados, pero fundamentalmente porque no creo que tengas ninguna respuesta creíble para ellas.
Allá que voy.
PREGUNTA Nº 1 PARA PEPE:
Dado que no siempre se emplea el mismo tren para hacer el mismo recorrido y/o en el mismo horario…
Dado que a veces se toman decisiones de cambios de trenes sobre la marcha…
Dado que un mismo tren puede hacer un recorrido distinto en la ida que en la vuelta…
Dado que los trenes no durmieron aquel día (ni ninguno) en una única cochera, sino en distintas estaciones…
Dado que un mismo tren no siempre «duerme» en la misma estación…
Y dado que tú eres un firme creyente en la colocación previa de un supermegaexplosivo indetectable en distintos puntos de los trenes…
¿Cómo sabían tus conspiradores qué trenes en concreto iban a hacer un determinado recorrido y en un determinado horario, y dónde iban a estar descansando en las horas previas?
Puedes intentar buscar la respuesta, si es que no te da tu habitual pereza a la hora de buscarlas, gracias al gran LdP, fuente de todo conocimiento:
http://www.libertaddigital.com/bitacora/enigmas11m/comentarios.php?id=1391
Del Olmo, el juez instructor del 11M, instrucción calificada por muchos, de auténtica CHAPUZA.
Éste es el personaje:
El Consejo General del Poder Judicial adjudicará a Del Olmo una plaza en la Audiencia de Murcia, a la que se incorporará tras la comisión de servicio de la que disfruta en Francia desde enero
Del Olmo lleva meses intentando salir del Juzgado Central de Instrucción número 6 y ya participó en un anterior concurso convocado en octubre de 2007, cuando estaba a punto de conocerse la sentencia del 11-M. ¿¿??
El magistrado se encuentra disfrutando de una comisión de servicio en París (Francia) para que desarrolle un trabajo de investigación titulado: Análisis y reflexión sobre un modelo comparado de instrucción judicial en materia terrorista: Francia-España. Especial referencia al terrorismo yihadista. ¿¿¿¿????
Mientras tanto, el Juzgado Central de Instrucción número 6 está siendo atendido por turnos por el resto de los jueces centrales de instrucción.
Del Olmo fue investigado en mayo de 2006 por falta de control en el plazo de la prisión provisional de un procesado por el 11-M, que tuvo que ser excarcelado.
Pese a que la Inspección propuso que se le abriera un expediente por falta muy grave, el CGPJ le exoneró.
Un saludo.
Sí, a ver, esos MUCHOS que califican de chapuza su investigación… ¿son gente com usted, verdad, Eduardo? Para situarnos.
¿Qué pasa con el personaje? Un funcionario que pide un cambio de destino. Mmmm… inusitado, inadmisible, terrorífico. Mire, en mi unidad administrativa, 10 personas han cambiado de destino en 2 años. ¿Serán tan malas malísimas de la muerttte como Del Olmo?
Podría preguntarse usted si el traslado no está parcialmente motivado por las presiones insoportables a las que se ha visto sometido por una prensa vesánica. Algunas de sus declaraciones así lo dan a entender, pero, vamos, a lo mejor es que es un vulgar prevaricador gandul.
A ver, a ver, continuemos: un funcionario que pide (y sus superiores le conceden) una comisión de servicios para adquirir e intercambiar información sobre temas en los que ha adquirido experiencia. Sí, claramente, el retrato que usted nos pinta del «personaje» es atroz, deleznable. ¡Qué horror! ¡Del Olmo a la hoguera!
Robotín, ¿ya te has cansado de decir chorradas de cosecha propia y ahora te dedicas a pegar chorradas de otros?
Que eres tonto ya lo sabemos, no paras de darnos muestras. La cuestión es, ¿TÚ eres consciente también de lo tonto que eres?
Y pensar que tontitos como éste son los que iban a salvar España y pasar a la posteridad. Han durado menos que el Alcoyano en 1ª.
Edu, ¿pasando a la fase 2?: Si el interfecto no quiere decir o hacer lo que queremos que diga o haga, lo torturaremos hasta que diga y haga lo que queremos.
¡Lástima que no exista la santa inquisición!
Como no lo podemos quemar en la hoguera, emplearemos técnicas no intrusivas, negándole y ninguneándole y tomando toda acción del interfecto como un acto provocativo, subversivo o de índole malvada hecha a propósito en contra de nuestros fines.
Tengo un familiar cercano que sufre una esquizo-paranoia. El hecho experimental es que su comportamiento poco se aparta del anterior.
Hay otra explicación válida, pero creo que la rabia hace años que está erradicada como epidemia.
Peppe: El meollo del asunto radica en si te sabes el catecismo como para predicar como predicas.
En cuanto a la tauromaquia es algo como la fubolomaquia: grandes cátedras se han erigido alrededor de una caña y unos pinchos. Lo cual está en contra de la realidad de este país: los creadores de i+d+i no suelen tener para las cañas y los pinchos.
Del Olmo, el juez instructor del 11M, instrucción calificada por muchos, de ejemplar.
Así es esta persona:
El Consejo General del Poder Judicial adjudicará a Del Olmo una plaza en la Audiencia de Murcia, a la que se incorporará tras la comisión de servicio de la que disfruta en Francia desde enero. Plaza merecidísima con la que podrá pasar página tras el acoso recibido por tanto impresentable.
Del Olmo lleva meses intentando salir del Juzgado Central de Instrucción número 6 y ya participó en un anterior concurso convocado en octubre de 2007, cuando estaba a punto de conocerse la sentencia del 11-M. Debido a las presiónes mediáticas que le causaron serios problemas de salud.
El magistrado se encuentra disfrutando de una merecida comisión de servicio en París (Francia) para que desarrolle un trabajo de investigación titulado: Análisis y reflexión sobre un modelo comparado de instrucción judicial en materia terrorista: Francia-España. Especial referencia al terrorismo yihadista. Todo un logro que demuestra la relevancia de su trabajo en este campo.
Del Olmo fue investigado en mayo de 2006 por falta de control en el plazo de la prisión provisional de un procesado por el 11-M, que tuvo que ser excarcelado.
Pese a que la Inspección propuso que se le abriera un expediente por falta muy grave, el CGPJ le exoneró. Lógico, no había fundamente.
Así mejor.
LEGALISTAS: El juez Bermúdez, presidente del Tribunal que ha juzgado el 11M, continúa haciendo NEGOCIO con el dolor de las víctimas, y de nuevo por medio de su mujer.
Elisa Beni, la esposa del juez Bermúdez, ficha por Onda Cero como tertuliana del programa de Julia Otero.
Julia Otero, la chica que hace unos días cantó “els segadors” con niños de seis años a los que hizo ponerse la mano en el pecho.
La gallega transmutada en na»z»ionalista catalana.
http://elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdO…
Además de mentiroso compulsivo….
¿Le queda alguna credibilidad a Don Javier Gómez Bermúdez?.
En cualquier país civilizado este hijo de su madre estaba ya…….CAMINITO DE JEREZ.
Un saludo.
Hombre, ya sabe Eduarde de qué va a hablar Elisa Beni en todas sus intervenciones en el programa de Julia Otero. Eduardo ¿eres Rappel o el guionista del programa?
Joder, Eduardo, ¿no se cansa usted de ladrar su rencor por las esquinas, como diría aquél?
Robotito, enhorabuena, has sido oficialmente elevado a la categoría de TROLL por el conjunto de participantes en Desiertos Lejanos. Ahora ya todos saben como hay que tratarte.
Estarás orgulloso.
Moderadores, se puede expulsar a este troll molesto.
Es que, acabados los argumenos, no hace más que inundar el blog de spam ponzoña.
Es lo que tiene la hidrofobia, si uno no recibe tratamiento antes de seis días, pasa lo que pasa…
Tupy ¿se ha acabado el juego por mi culpa? ¿o estás pensando la siguente prueba?
Mira que desde que han empezado a liberar gente condenada por sentencias basadas en ruedas de reconocimiento tu argumento de la pólvora se está convirtiendo en el pilar de la del 11M. La que comentaba ayer el telediario de un musulman que acaban de declarar inocente en España no la encuentro en internet, pero hay otras, …
http://www.segured.com/index.php?od=9&link=4550&bcsi_scan_C7B78BF6E162F060=RYBrBBoPS3giisv/0upbCQIAAACYCLIB&bcsi_scan_filename=index.php
http://www.minutouno.com/1/hoy/article/65555-Estuvo-dos-a%C3%B1os-preso-por-varias-violaciones,-era-inocente-y-no-puede-hacer-juicio-al-Estado/
¿»Sentencias basadas en ruedas de reconocimiento»? ¿»Texas»? ¿»Buenos Aires»?
😀
¿Y para esto bajo yo de mí montaña?
Perdona, Pepe, es que me lo estaba pasando mejor en otro lado y se me olvidó. ¿por dónde íbamos?
Lior #333
«desde que han empezado a liberar gente condenada por sentencias basadas en ruedas de reconocimiento», dice nuestro amigo. Podría uno pensar que es que de repente están soltando presos a tutiplén por todo el planeta.
Jodó, una es de Agosto del 2000 y otra de Diciembre del 2004. Si cuando yo digo que Pepe se rebate él solo…
#335,
¡Y para esto bajo yo de mi montaña! :ofusqued:
😀
Tu por el 316, yo por el 319, pero oye, no vayas a dejar por mí lo que estabas haciendo, sobre todo si era divertido. Solo quiero asegurarme que por mí no quede.
Oye, Erflai ¿por qué no nos cuentas cómo la sentencia del 11-M está «basada en ruedas de reconocimiento?
No te preocupes, Pepe, que parece que de momento mi adversario está cenando o ha decidido irse con el rabo entre las piernas. (Lo pongo aquí porque sé que nos lee * 😆 😆 )
A ver, me decías que no dudabas de que se hubieran detectado componentes de dinamita. Pero si dudabas de que el laboratorio tedax estuviera capacitado ¿verdad? Porque sólo tienes mi palabra de que es así y mi palabra no es demasiado.
Bien, pues el experimento consiste en descubrir si sí o si no estaba el laboratorio tedax bien equipado. Tú veras si te interesa.
*buen provecho, Dr DeVil 😛
Querdida Tupy,
Podría valer pero creo que debo matizar. No es una cuestión de capacidad sino de fiabilidad. Es decir, que el laboratorio tiene ciertos medios, eso se da por supuesto, y que esos medios dan para detectar componentes de dinamita no digamos. La cuestión es si esos medios y la habilidad o ciencia de la Tedaxa dan para detectar cualquier explosivo que los terroristas pudieran haber utilizado camuflandolo de una forma u otra (ya se que tu no ves forma de hacerlo) para que parezca dinamita.
En realidad todo eso ya me los has contestado, así que yo no veo necesidad de hacer el juego para lo que tu dices. Jugar por juegar, sí que me parece una buena idea, y siempre se aprende algo.
Pero tengo que pedirte que me aclares una cosa que me ha surgido hace poco. Yo he dado hasta ahora por sentado que el análisis que aparece en el folio nosecuantos del sumario, el que dice lo de los componentes de dinamita, al que yo siempre me he refierido como el de la Tedaxa, era el que se hizo sobre la marcha, pero dice LdP que no es así, que ese nunca se ha publicado. ¿Es cierto?
Besos.
En el folio nosécuantos del sumario no aparece un análisis, aparece un informe. Y no, no se hizo sobre la marcha. De hecho no se hizo ningún informe sobre la marcha. LdP miente, para variar.
Vale, no análisis, sí informe. Bueno, pero entonces,
1, ¿no se hizo un análisis el mismo día? ¿No se analizaron los restos hasta unos buenos días después? Entonces claro, …
2. … el primer análisis hecho en frío, ¿es de donde sale el informe del folio nosecuantos? ¿Es eso? Entonces en lo que miente LdP ¿es en que no hay encubrimiento,que no se ha escondido ningún análisis o informe de análisis?
Y si es eso, …
3. … de ese análisis ¿se sacó alguna conclusión más alla de lo dice el informe sobre los componentes de dinamita o eso fué todo lo que sacó la Tedaxa?
Agradecido de antemano por tu respuesta.
1. Se hizo análisis el mismo día y se siguió haciendo análisis unos días después
2. Sí. Sí. Sí
3. La tedaxa no sacó ninguna otra conclusión de su análisis.
Vaya lío, pero creo que lo he cogido. Se hizo análisis el primer día (y después también) pero no el informe escrito correspondiente, que se hizo después, pero no hay encubrimiento ninguno, cuando el juez preguntó, se le contestó.
Danke.
PD. No puedo evitar preguntarme como lo sabes (que la Tedaxa hizo un análisis el primer día) si en el folio 118 del sumario (he acabado por leermelo, y menos mal) no dice la fecha ni del análisis ni del informe ni del oficio del juez que lo solicita. En cambio dos folios más adelante si que se puede leer la fecha del informe de la policía científica. No me negarás que en ese pequeño detalle sí que estuvieron mejor. Menos aún se me ocurre como sabes que la Tedaxa no sacó otra conclusión.
Por cierto que he aprovechado para contar bombas en el sumario:
5 junto a o debajo de papeleras
3 en portaequipajes
2 debajo e o entre asientos
En el juicio está todo explicado, Pepe. Sólo tienes que verlo, oirlo o leer los testimonios de los que en él declararon.
5 + 3 + 2 = 10
10 + (2 + 1) = 13
Por cierto ¿dónde has leído el sumario?
Directo pal anecdotario de Pepe, que sienta cátedra una vez más con su sentido de la lógica plutoniana.
Sí, hijo, seguramente la Tedaxa llegó a la conclusión de que lo que explotó fue una bomba atómica, pero no quiso plasmarlo en el informe no fuera a ser que se quedara sin trabajo.
¿Comprendes? Ella sabe muuuuucho más de lo que dice, pero no lo dice porqueeeee… ¿es masona?
Te faltó la parte más difícil para Pepe, COMPRENDER cómo las personas llegan a la conclusión de que 5 + 3 + 2 + 2 + 1 = 13. Esa parte le cuesta un poco, no se fia de que el 3 sea un 3 y no un 8 borroso, y éso le trastoca la suma.
Pepe de España
«Sí», que por si te queda alguna duda significa «sí»
http://investigacion11m.wikidot.com/documentos:dec-tedaxa
Lior: En una copia que tengo en mi disco duro y que ya no recuerdo de donde descargué. ¿Porqué?
Lejía # 348, gracias por la cita y el enlace, has satisfecho parte de mi curiosidad.
Pues nada, Pepe. Comparte tan importante documento. Que luego preguntas cosas que algunos no pueden responder citando el mismo.
¿Descargaste todo el sumario a tu disco duro?
No me digas…
😀
En la lección de hoy Coco nos enseñará la diferencia entre un Auto de Procesamiento y un sumario.
En la lección de mañana Coco nos enseñará la diferencia entre cuatro tomos de un sumario judicial y cientoveinte tomos de un sumario judicial.
Tupy, cuanto siento haber cometido un grave error en mi intercambio de pareceres contigo. Verás, dije sumario, y se vé que yo no sé expresarme en términos juridicos con la debida propiedad, un poco del mismo modo que no tengo ni idea de química. Para desacer el entuerto en todo lo que pueda, que sé que es bien poco, te comunico que el docuento al que yo me refería es uno que empieza así:
JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN N° 6
AUDIENCIA NACIONAL
MADRID
SUMARIO N° 20/2004
AUTO
En la Villa de Madrid, a diez de abril de dos mil seis.
HECHOS
Yo lo tengo descargado en un archivo PDF que ocupa exactamente 7.502 Kb que se llama Auto_Procesamiento_10.04.06_Mejorado. Espero que sabrás corregir en tu mente las consecuencias de tal equivocación. Imagino que hace necesario reargumentarlo todo. No te preocupes, también comprendo que no tienes intención de hacerlo porque no merece la pena dedicarle más tiempo a un zotroco manifiesto como yo.
A tus pies.
PD. Menos mal que existen los leguleyos que saben como hay que hacer esas cosas de la justicia, si nos dejaran a los del pueblo llano solos, esto sería un desastre.
Jo, Pepe… tampoco te pongas así…
Es que entenderás que el que alguien que no conoce la diferencia entre un Sumario y un Auto de Procesamiento y pretenda desfacer los enrevesados entuertos y andar los laberínticos caminos para desentrañar la Verdad sentado frente a la pantalla den un poco de gracia…
Pero oye… Hoy ya sabes algo nuevo. Si ya sabes que ‘sumario’ y ‘auto de procesamiento’ son cosas distintas está más cercano el día que logres entender cosas tan complicadas como que los análisis no aparecen en el sumario o lo que dice alguien en la conclusión de un informe.
Incluso llegarás a comprender que 5 + 3 + 2 + 2 + 1 = 13
😀